La cadena logística es un punto clave para los emprendimientos en cuanto a la optimización de costos y generación de márgenes de ganancia, por lo que su correcta gestión puede determinar el éxito del negocio, afirmó José Ruidías, socio en Global Trade Marketing.
Explicó que, como paso base, se debe previamente reconocer la posible demanda del producto final que se quiere vender, para poder así determinar la cantidad de insumos o servicios que se necesita por proveedor.
“En este punto hay dos tipos de estrategias, la de push (comprar insumos en base a una estimación) y la de pull (limitar los insumos a la demanda observable), aunque ambas con ciertas deficiencias, pues se puede tener un exceso de mercadería o perder terreno con la competencia por no satisfacer la demanda rápido”, señaló.
Agregó que lo recomendable es establecer un rango de demanda para luego realizar la provisión, por lo que es ideal analizar y salir al mercado para ver la demanda, y no hacerlo en base a creencias propias sobre el éxito del producto.
Rastreo de proveedores
El apoyarse en los recursos tecnológicos para ubicar a los mejores proveedores, según Ruidías, es la opción más recomendable en cuanto a acceso y resultados.
“Hoy todo es transparente, y se puede saber cuáles son los principales competidores y proveedores. Por ejemplo, accediendo a través de la página de la Sunat se pueden rastrear a empresas con su partida arancelaria y obtener información relevante de su cadena logística (proveedores, precios, tiempos, etc.)”, explicó.
Indicó que hay otros recursos un poco más sofisticados como veritrade que pueden facilitar el trabajo en cuanto a ubicar a proveedores, precios, entre otros puntos de interés. El uso de redes sociales puede ser de utilidad también.
Señaló que, en caso de querer trabajar con algunos de estos proveedores rastreados, probablemente los más grandes tengan órdenes de compra mínimas por lo que es recomendable trabajar con otros más pequeños. “Hay muchos proveedores que están dispuestos a abrir nuevos mercados y con los que puedan negociar órdenes de compra de 20 unidades, por ejemplo”, manifestó.
En el caso de no querer usar alguna herramienta tecnológica y buscar con trabajo de campo, se recomienda indagar sobre proveedores que puedan fabricar el producto final que se quiere vender, esto para ahorrar pasos logísticos.
“En ese caso se recomienda primero preguntar por el producto terminado, con el fin de mapear calidad y precios, para luego revelar la intención de que se quiere producir, esperando así un costo menor. “Se debe aprovechar en este punto que, al asegurarle ventas al proveedor, el costo por el producto debe ser menor”, mencionó.
Relación con los proveedores
Ruidías dijo que la relación con los proveedores debe estar sujeta a mantener competitividad en cuanto a los costos. En ese caso, lo recomendable es tener tres o cuatro proveedores por insumo requerido, con los que se pueda tener una relación cercana, pero que estén al tanto también de que se manejan opciones adicionales.
“Si se tiene una relación muy estrecha con un solo proveedor se puede dejar de lado mejores costos que pueden ofrecer otros, y, en el extremo, si se tiene muchos proveedores y una relación poco o nada estrecha, se podrían obviar también costos menores. Se debe tener un equilibrio cuidando los intereses del emprendimiento y también pensando que los proveedores tienen intereses propios”, manifestó.
¿Cuándo se dejará de tercerizar?
Para dejar de tercerizar la cadena logística y comenzar la integración productiva, Ruidías señaló que se debe tener ya una demanda observable del producto y contemplar el factor financiero que implica el nuevo escenario de inversión.
“Una integración significa inversión en activos y capital humano, por lo que se debe tener una demanda asegurada y, además, tener mapeado que esa inversión generará márgenes significativamente mayores (por ejemplo, pasar de 15% a 40%). Un diferencial de margen bajo no daría mucho sentido a la integración”, indicó.