Al cierre del 2024, el saldo total de los billetes y monedas en circulación alcanzó los S/ 95,334 millones, la cifra más alta registrada durante la última década.
En el caso de los billetes, resalta la caída de la participación porcentual de los billetes de baja denominación o que podría atribuirse, entre otros, al creciente desarrollo de los medios de pagos digitales.
En el 2014, los billetes de S/ 10 y S/ 20 representaban el 35% del total en circulación y al cierre del 2024 representaron el 25.2%, según datos del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
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A su vez, la denominación de S/ 100 viene tomando mayor protagonismo, pues es la de mayor uso en términos de cantidad (50.9%) y valor (70.2%) y requerido por los bancos principalmente para la atención a través de cajeros automáticos y ventanillas.
Los billetes de baja denominación cada vez son menos demandados por el público ante el creciente uso de los monederos digitales, la gente suele realizar pequeños pagos con los aplicativos y ya no solicita estos billetes, dijo a Gestión Jorge Chávez, CEO de la consultora Maximixe.
“Incluso en zonas rurales o alejadas donde están penetrando los pagos digitales dejan de utilizar los billetes de baja denominación –de S/ 10 y S/ 20–, eso también se ve reflejado en el incremento del número de celulares que brinda acceso a estas billeteras”, comentó.
Reactivación
Sobre los billetes de alta denominación, sostuvo que hay una demanda general de efectivo que aumenta en línea con el crecimiento de la población y del PBI del país. “Al haber menos billetes bajos, hay un aumento inercial en los billetes más altos”, agregó Chávez.
Arturo García, docente de Finanzas de Esan, refiere que la difusión de las billeteras y la aceptación de este medio de pago en negocios minoristas provoca que las transacciones de montos más bajos se expandan de forma acelerada vía digital.
La principal consecuencia de ello, es una menor circulación de billetes de baja denominación, añadió. Incluso en los cajeros se observa una mayor disponibilidad de billetes de S/ 50 y S/ 100, comentan los especialistas.
“En el 2024, la economía se reactivó después de un trimestre en recesión, este año también sigue mejorando y eso hace que hayan más transacciones económicas en general, debió crecer la circulación de ambas denominaciones, pero como se están masificando transacciones digitales, se reducen las de baja denominación y aumentan las de alta”, mencionó.
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Durante la última década, los billetes de alta denominación (S/ 100 y S/ 200) pasaron de representar el 47.8% al 54.7% del total de billetes en circulación.
La autoridad monetaria puntualiza que, si bien el uso de dinero en efectivo ha ido disminuyendo, entre otros, por la digitalización de los pagos, no parece que vaya a desaparecer por completo.
Esto, principalmente, porque las personas prefieren usar dinero en efectivo por razones de seguridad y privacidad y porque existe un segmento de la población que no está tan familiarizado con la tecnología o prefiere seguir utilizando dinero en efectivo, sustenta.
El BCR se encuentra inmerso en el desarrollo de nuevas tecnologías relacionadas al uso de pagos digitales, que incluye el interés en emitir una moneda digital para explorar cómo podría funcionar dentro de la economía peruana.
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Monedas
En tanto, la demanda de monedas está influenciada principalmente por la dinámica del PBI; no obstante, se debe resaltar que dicha demanda es muy volátil en el corto plazo, debido a los cambios en las preferencias de los agentes económicos, señala en emisor monetario.
Así, la producción anual, en los últimos 10 años, se ha venido reduciendo paulatinamente y el 2024 representa –excluyendo el 2020 (pandemia)– el punto más bajo de producción (207 millones de unidades), precisa.
Ello podría estar explicado, entre otros motivos, por una menor necesidad de monedas nuevas para realizar transacciones y mayores depósitos de monedas por parte de bancos y empresas en el Banco Central, acota.
- Aplicativo. El BCRP realiza encuestas nacionales a fin de profundizar el conocimiento sobre el uso y costumbres del efectivo, las mismas que vienen siendo de gran utilidad en la toma de decisiones para dirigir acciones, confirmar hipótesis o innovar disposiciones para mejorar los servicios de numerario. Además de una reducción en el uso de efectivo, se observa un incremento significativo de la participación de la banca móvil.
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Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.
