
En la bolsa estadounidense, la predominancia de las acciones tecnológicas es indiscutible. En el S&P500, el índice que representa el desempeño de Wall Street, su participación es del 30%.
Frente a ese hecho, pueden existir alternativas con algo más de diversificación, aunque aún con exposición a EE.UU., ¿de qué se trata?
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Un primer ejemplo es el ETF SPHQ, donde el peso de las tecnológicas es de 23%.
El fondo se basa en el S&P500 Quality Index, invirtiendo el 90% de su patrimonio en las acciones comunes que comprenden el índice.

El S&P500 Quality Index rastrea la trayectoria de las acciones de acuerdo con un puntaje que se asigna considerando variables como el retorno y el apalancamiento.
“El SPHQ se enfoca en empresas con métricas de alta calidad. Igual tecnología pesa más del 20%, pero hay indicadores de balance y de generación de flujo de caja que lo hace mucho más atractivo que el S&P500”, explicó Eric Conrads - CEO de Zenith Capital y estratega independiente para Invesco y Larrain Vial.

Otra alternativa es el ETF RSP, que replica el S&P500 Equal Weight Index, que, a su vez, invierte el mismo porcentaje en todas las acciones del S&P500.
En ese fondo, el peso del sector tecnológico, donde resaltan las siete magníficas, es de 14%.
“En este ETF, la parte de tecnología es reducida (en comparación con el S&P500), pero sigue la exposición (al mercado estadounidense)”, apuntó Conrad.
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Es decir, concluye el analista, los dos ETF mencionados permiten una inversión más controlada y menos concentrada.
“Volatilidad siempre es oportunidad y por eso es importante tener una visión macroeconómica bien definida y analizar por empresas”, añadió.

Economista con trayectoria en periodismo y medios digitales.