Los montos de los préstamos Mivivienda aumentaron 5.1% anual en abril, por debajo del 7.5% de expansión registrada por los créditos sin bono del Gobierno, según datos del Banco Central de Reserva (BCR).
Esto muestra que el financiamiento para vivienda social está creciendo a menor ritmo que el crédito hipotecario tradicional, a diferencia de lo que esperaba el mercado.
El menor dinamismo del préstamo Mivivienda respondería a la reducción del poder adquisitivo de las familias, pues los segmentos de menores recursos son los más vulnerables al alza de precios, manifestó a Gestión Gino Layseca, gerente general de la consultora inmobiliaria Layseca Asociados.
Cuota
Si bien la vivienda social recibe un subsidio estatal, un deterioro en su capacidad de pago estaría dejando a este público sin poder calificar a un crédito bajo esta modalidad; mientras que los de mayores ingresos pueden asumir un punto porcentual más en la tasa de interés o una cuota inicial más elevada, agregó.
Las personas que buscan adquirir un inmueble pueden hacerlo a través de la banca tradicional, tras una evaluación del perfil crediticio, o mediante un préstamo para vivienda de interés social, que otorga bonos del Estado si el cliente es buen pagador o si la vivienda incluyó criterios de sostenibilidad en su construcción.
José Francisco Cornejo, gerente de Estrategia de Negocios de Caja Arequipa, coincidió en señalar que los clientes de hipotecas tradicionales pertenecen a segmentos A y B, y suelen ser menos sensibles a variaciones en el precio.
En cambio, Mivivienda y Techo Propio se enfocan en usuarios de estratos C y D, cuya capacidad para tomar este endeudamiento se afectó, dijo.
Punto de quiebre
“El Fondo Mivivienda ajustó los valores máximos de los inmuebles que pueden ser subsidiados, lo que evitará que los desarrolladores reduzcan la calidad del producto para encajar en los requerimientos del bono; además mejoró el subsidio por buen pagador y ha confirmado los fondos suficientes de apoyo para este año”, detalló.
Por ello, Cornejo estima que entre fines del tercer trimestre e inicios del cuarto, podría darse un punto de quiebre en el que la tasa de crecimiento del financiamiento para vivienda social supere la del tradicional, que viene desacelerándose.
El dato
Costo. En lo que va del año, la tasa de interés del crédito hipotecario tradicional subió rápidamente de 6.8% a 7.85%, mientras que la del préstamo Mivivienda apenas avanzó desde 10.53% a 10.58% en el mismo periodo, sostuvo Cornejo.