
Tras definirse si los partidos políticos van en solitario o con alianzas, inicia la etapa previa al proceso electoral del 2026 y, con ello, las entidades financieras se vuelven más cautelosas en el otorgamiento de nuevos créditos, especialmente con los clientes de mayor riesgo.
Así, la banca prevé un panorama más pesimista para los criterios de aprobación de préstamos en este tercer trimestre, según una encuesta realizada por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
En el financiamiento a personas, las condiciones crediticias en las tarjetas y préstamos hipotecarios se endurecerán, pero también para la micro y pequeña empresas (mype), según el sondeo efectuado en julio por el instituto emisor a gerentes de las áreas de riesgos, comercial y finanzas de las diferentes instituciones bancarias comerciales del país.
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Incertidumbre
“En contextos de incertidumbre política y económica, como sucede en elecciones, bancos, cajas municipales y otras entidades financieras endurecemos los criterios de evaluación crediticia”, manifestó a Gestión Liliana Lescano, jefe de productos de Caja Piura.
La proximidad de la fase electoral puede afectar los ingresos de los clientes y su capacidad de pago, lo que representa un mayor riesgo de incumplimiento, además de provocar temor en las entidades prestamistas a cambios en las tasas de interés, la inflación o regulación financiera, dijo.
Para Víctor Blas, gerente de división de estrategia y finanzas de Financiera Confianza, si bien el segundo semestre arrancó con mejor ánimo por la campaña de Fiestas Patrias, los siguientes meses estarían marcados por temores políticos que conducirían a la banca a ser más estricta en el financiamiento de sectores como las mypes.
“La antesala a elecciones a veces viene marcada por convulsión social, bloqueo de carreteras y, en ciertos casos, cierre de diversos negocios. Esto provoca que las entidades entren más cautas al segundo semestre”, expresó.
Hipotecas
Blas indicó que si bien la economía ha mejorado, el empleo muestra recuperación y los salarios reales retomaron niveles de prepandemia, no se trata de un despegue significativo.
Este escenario complica, por ejemplo, la entrega de tarjetas de crédito con facilidad, acotó.
Lo mismo pasaría con las hipotecas, que si bien fue uno de los sectores que se levantó rápido tras la pandemia, junto con el crédito corporativo, podría afectarse si las encuestas presidenciales las lidera un candidato anti mercado, consideró.
“Aquí no solo habría problemas de oferta sino también de demanda. Si pesa más el pesimismo, las familias empiezan a retrasar sus decisiones de compra, sobre todo por tratarse de contratos a largo plazo”, enfatizó.
A junio, los créditos del sistema financiero crecieron a ritmo anual de solo 2.9%, de acuerdo con datos del BCRP.
Según Lescano, de Caja Piura, las instituciones financieras dan prioridad a la protección de la cartera, buscan reducir su exposición a créditos de alto riesgo y mantener baja morosidad entre los clientes.
“Las entidades se vuelven más conservadoras, colocan menos, exigen más garantías y priorizan perfiles de bajo riesgo. Esto nos permite proteger la cartera ante posibles turbulencias económicas”, mencionó la ejecutiva.
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Clientes
En estos períodos, los empresarios también reducen la demanda de financiamiento, acotó.
“Un periodo electoral incierto –como el peruano con más de 40 candidatos– genera cautela en la toma de deuda, modifica las preferencias hacia productos más flexibles y puede reducir la demanda de créditos grandes o de plazos largos”, advirtió.
Los empresarios pequeños y medianos evitan invertir hasta ver claridad en el entorno político, y lo mismo sucede con los contratos de hipotecas o créditos para vivienda, afirmó.
Por el contrario, se mantienen conservadores y prefieren ahorrar o conservar la liquidez para hacer frente a cualquier eventualidad, sostuvo la ejecutiva.
“Se recurre más a créditos de consumo o prendarios por ser más rápidos y menos riesgosos. En cartera empresarial, apuntan más a créditos por montos bajos para capital de trabajo”, detalló.
Ello ocurre porque los deudores son conscientes del riesgo de morosidad futura, pues si la economía se desacelera, algunos podrían incumplir sus pagos, agregó.
- Perspectiva. El segundo semestre empezó bien para las entidades financieras, con la campaña de Fiestas Patrias, pero en los siguientes meses pesará el factor político.
- Sondeo. La encuesta del ente emisor recoge que las expectativas de demanda de crédito de las entidades financieras en el trimestre actual se mantienen en zona optimista para la mayoría de sectores, aunque las condiciones de oferta serian más estrictas.
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Economista de la Universidad de Piura. Actualmente se desempeña como redactor de Finanzas en Diario Gestión.