
La mayoría de instituciones del sector microfinanciero exhibe ahora resultados positivos, tras varios periodos en los que fueron afectadas consecutivamente por crisis como la pandemia, el ciclón Yaku, conflictos sociales y recesión económica, ¿en qué momento se encuentran ahora?
Hasta bien entrado el 2024, cajas municipales, financieras y empresas de crédito (antes edpyme) presentaban pérdidas o magras ganancias, pero la más reciente foto revela que han duplicado o más que duplicado sus beneficios netos.
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Así, a septiembre último, las cajas ediles, todas en azul, aumentaron sus utilidades netas en 152.7%, comparadas con las de igual periodo del año pasado, según datos de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).

Entre las financieras, solo una de las siete que operan registra pérdidas. Y, en conjunto, sus ganancias repuntaron 96.8% en el periodo de análisis.
De forma similar, las empresas de crédito, todas con utilidades, subieron sus beneficios en 101.4% al cierre del tercer trimestre (variación interanual).
Años anteriores
“En años anteriores diversos hechos, como los conflictos sociales, hicieron que el nivel de aprobación de préstamos caiga en las microfinancieras, así como el nivel de pagos (de créditos de las mypes). Se tuvieron que realizar más reprogramaciones de préstamos y se perdieron ingresos”, comentó a Gestión Ronald Casana, representante del Colegio de Economistas de Lima.
Pero ahora los resultados financieros de las empresas especializadas en prestar a mypes exhiben una mejora casi generalizada, a despecho del ascenso de la criminalidad y su impacto en sus principales clientes: los pequeños negocios.
El analista consideró que los resultados de este 2025 obedecen, primero, al mayor ritmo de crecimiento económico que permitió un mayor flujo de ingresos proveniente de los créditos de las microfinancieras.
A ello se suman los menores intereses que esas entidades pagan hoy por los depósitos captados, en un contexto (tanto local como internacional) en el que las tasas de interés están a la baja, según Casana.
Provisiones
Y un tercer factor es la reducción de los gastos de provisiones, agregó. Al aumentar el ritmo de crecimiento económico, mejoró el comportamiento de pago de los deudores y, por tanto, la calidad de las carteras de crédito, lo que permite a las microfinancieras destinar menos recursos para cubrirse por eventuales impagos de sus clientes, refirió.
“Después de un año de recesión en el 2023, aumentó el incumplimiento, sobre todo por parte de las mypes, El pico de morosidad se alcanzó a mediados del 2024 y desde ahí vino bajando. A partir de ese momento, se observa una mejora de las entidades de microcrédito“, sostuvo Arturo García, docente de finanzas de Esan.
Se aprecia un repunte en los resultados de las microfinancieras por mayores ingresos por préstamos otorgados y una mejora en la calidad de la cartera crediticia en virtud a la mayor rigurosidad en la evaluación de los clientes, resumió.
Incluso al añadirse las cajas rurales, de las 28 microfinancieras que operan en el país, solo tres están en rojo (con pérdidas) y el grueso (25) generó ganancias a septiembre, una faz más halagüeña que la observada hasta junio del presente año, cuando un tercio de estas instituciones mostró resultados negativos.
Cajas rurales
Las cajas rurales, en tanto, buscan consolidar su recuperación. Dos de las cinco operativas reportan pérdidas aún, pero en conjunto ya acumulan ganancias de S/ 8 millones a septiembre último, en contraste con un año antes, cuando sufrieron pérdidas de S/ 24.5 millones.
La rentabilidad patrimonial (ROE) de las cajas rurales es de 0.96%, menor a la de las otras entidades de microcrédito que superan los dos dígitos. Asimismo, su morosidad es más alta (ver cuadro).
“Las cajas rurales operan principalmente en zonas remotas, están dirigidas a pequeños productores agrícolas, ganaderos y microempresarios que no suelen acceder a la banca tradicional, es decir, clientes más pequeños y, por tanto, más vulnerables. Por ello, su tamaño promedio de microcrédito es también mucho menor que el de las cajas municipales”, afirmó García.

Casana acotó que en años previos esas cajas migraron y redujeron parte de su exposición al sector rural para ir un poco más al urbano.
“Ese cambio, o choque, (afectó porque) no tenían bien definidas sus políticas de crédito. Entonces, aumentó bastante la morosidad”, aseveró el economista.
En tal sentido, consideró que desde los últimos meses las cajas rurales se abocan a reducir el nivel de incumplimiento de pagos en sus carteras, más que a expandir el otorgamiento de créditos.
“La mejora de ellas (las cajas rurales) recién se va a ver a partir del primer trimestre o primer semestre del 2026”, estimó.
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Recuperación con restricciones
Los especialistas prevén que en el corto plazo las entidades microfinancieras continuarán en positivo, pese a que el inicio del ciclo electoral podría generar una mayor cautela al momento de otorgar préstamos.
Ronald Casana, del Colegio de Economistas de Lima, enfatizó también que es importante controlar la delincuencia para que las microfinancieras puedan seguir recuperándose.
“Las cajas municipales han puesto en rojo al sector transportes y algunas actividades del sector servicios como barberías. Están siendo más restrictivos, no le están dando (créditos)”, dijo el economista.
“En estos meses que quedan (del año) no creo que se deteriore (el ritmo de recuperación de las microfinancieras), porque también está próxima la campaña navideña, y se vienen inyecciones de liquidez con el retiro de fondos de las AFP y el pago de la CTS”, estimó.
“Entonces, se espera que aumente la entrega de crédito y baje la morosidad. Pero será distinto en enero y febrero. Ahí vamos a ver mayor protagonismo del factor político que sí podría menguar el desempeño de la economía”, añadió.

Economista con trayectoria en periodismo y medios digitales.








