Cae producción de bienes de consumo masivo por pérdida de poder adquisitivo

La caída fue más acentuada en el cuarto trimestre (-3.4%), pero también hubo retroceso en el acumulado de enero a setiembre (-2.5%).

De manera desagregada, disminuyó la producción anual de bienes que forman parte de la canasta básica, como lácteos (-10.3%) y aceites (-4.5%). Por su parte, la de fideos cayó en el cuarto trimestre (-10.4%) y los de panadería en diciembre (-3.5%).

Carlos Asmat, analista senior del Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank, indicó que parte de la caída de la producción en este tipo de bienes obedece a límites en el abastecimiento insumos de estas industrias, que dependen de bienes importados.

Explicó que son segmentos que el año pasado sufrieron impacto en sus costos y que posiblemente no han podido “absorberlo”, por lo que han tenido que trasladar parte de este efecto a sus precios finales. Con ello, se afecta la demanda y luego la producción de estos bienes, dijo.

“Esto aplica para la industria de leche, aceite o farinácea que importan principalmente leche en polvo, soya y trigo. Cuando los precios suben, entonces el poder real de compra baja, la frecuencia de consumo se reduce, y luego las empresas corrigen a la baja su planificación de producción. Se tiene consumidores que buscan sustitutos o ajustan el gasto en estos bienes”, indicó.

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Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores, señaló que, por el lado de la demanda, se ha golpeado el poder adquisitivo por la inflación.

“La inflación esta vez ha sido tan alta que ha erosionado capacidad de compra incluso en canasta básica”, precisó

Menor gasto, cambio de dinámicas de consumo y sustitución de bienes podrían estar detrás de una menor demanda de productos, incluso básicos, y, por lo tanto, impactar también la producción, explicó Odar.

Afirmó también que esta figura se da sobre todo en el consumo de la clase media o de menores ingresos (en el Perú, el 90% de la población está en los niveles socioeconómicos C, D y E, según Ipsos en el 2021), que es un segmento grande en el país y que dedica una mayor parte de su presupuesto a alimentos.

“Como la demanda se ha moderado, entonces la producción se reduce o crece a un menor ritmo reflejando una menor disposición a adquirir el bien. No son bienes que tienen una elasticidad de sustitución muy alta por ser parte de la canasta de consumo a nivel nacional. Sin embargo, sí se podría caer en sustituir el producto, moderar el gasto o cambiar los hábitos de consumo. Por ejemplo, en el caso de los aceites, se podría optar por no hacer frituras, sino sancochados”, anotó.

Carlos Asmat agregó que, por el lado de lácteos, la caída en su producción podría estar asociada también con el cambio en la legislación de lácteos (en referencia a la modificación del reglamento de la leche y productos lácteos, que indica más uso de leche fresca en la preparación de leche evaporada).

¿Cuáles son las perspectivas para la producción de bienes de consumo masivo?

El economista de Scotiabank señaló que la producción de bienes de consumo masivo en los primeros meses del presente año podrían ser influenciada por la escalada de la convulsión social.

Refirió, además, que si bien los precios de commodities importados están revirtiendo la subida de años previos, ello no significa que los precios finales bajen rápido, por lo que se podría tener aún el efecto negativo por el lado de la demanda.

Al respecto, Odar señaló que, al no haber perspectivas auspiciosas sobre la dinámica del mercado laboral y salarios, es posible que aún se sienta el golpe en la demanda por bienes, y, por lo tanto, en la producción.

“Deberíamos ver que la inflación empiece a ceder, pero la capacidad de compra ya se redujo. Es muy difícil que en productos industrializados los precios caigan, por lo que se necesitaría que el ingreso suba, pero este no subiría tan rápido. En el primer semestre es posible que se vea un efecto de menor expansión en estos productos (de consumo masivo)“, anotó.

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