
La utilización de efectivo, más arraigada en Perú que otros países de la región, ahora da señales concretas de retroceso, conforme la población se inclina por los nuevos medios de pago.
El uso de efectivo representaba el 95% del total de pagos de los peruanos en el 2013, descendió a 75% en el 2022 y a 64% a fin del 2024, precisó el gerente general del Banco Central de Reserva (BCR), Paul Castillo.
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Hasta hace dos años eran frecuentes estimaciones de representantes del sistema financiero sobre un uso del cash en torno al 85% y 90% pese a la adopción creciente de los medios de pagos digitales. Pero hoy, conforme estos últimos se consolidan, la proporción del uso de billetes y monedas decae notoriamente.
En efecto, mientras el efectivo aminora, los pagos digitales per cápita en el país subieron de apenas 30 al año en el 2013 a 440 en el 2024.
En contraste, es cada vez menor el uso de billetes de S/ 10 y S/ 20, pues “algunos instrumentos de pago ya compiten directamente con el efectivo y, ciertamente, para algunas denominaciones hemos visto una menor demanda de moneda”, dijo el representante del BCR.
Resaltó que la adopción de pagos digitales es masiva en algunos segmentos, en concordancia con lo manifestado por participantes del foro internacional Payments Innovation Perú 2025 organizado por Perú Payments Association.
“Son más seguros, permiten trazabilidad y esto ayuda a que se pueda aprovechar la información que se genera en los pagos (digitales) para ofrecer servicios financieros. Hay una oportunidad y todavía hay espacio para seguir aprovechando; son más eficientes, ciertamente, en la medida que son instantáneos y generan una experiencia al usuario muy satisfactoria”, expresó.

Sobre los medios distintos al cash –como las billeteras móviles–, destacó, además, que facilitan la inclusión financiera y el acceso al crédito.
Montos bajan
“Hay más de 2 millones y medio de créditos que se han dado a través de billeteras digitales. Montos muy pequeños a clientes no bancarizados que están ayudando a que este proceso de bancarización y digitalización vaya de la mano. Y fomentan la innovación y la competencia”, agregó el gerente del instituto emisor.
Las transacciones digitales se acompañan en varios casos de una disminución del tamaño promedio (por operación), como sucede con las intrabancarias (entre cuentas de un mismo banco), que tienen un monto promedio de entre S/ 44 y S/ 45 soles, detalló.
“Las otras billeteras en promedio están alrededor de S/ 60 o S/ 70 soles y ya son montos promedio de transacciones que compiten con el efectivo. Entonces, la billetera, ciertamente eso lo experimentamos todos en nuestras transacciones diarias, han penetrado espacios donde antes se usaba solamente el efectivo”, refirió.
Entre otras ventajas del reemplazo del efectivo por los pagos digitales, mencionó que posibilitan mayor creación de cuentas bancarias y, por tanto, una menor informalidad.

Velocidad en Perú
Castillo manifestó que para facilitar el proceso de digitalización del efectivo, el Banco Central sigue, desde hace años, una estrategia cuyo fin es, mediante la regulación y promoción, ayudar al sector privado a coordinar y establecer ciertos estándares que ayuden a que el ecosistema de pagos escale pero de un modo seguro y accesible para el público.
“Y el sector privado es el que ha venido realizando las innovaciones que son fundamentales para mejorar la experiencia del usuario y llegar a los que usualmente ha sido difícil de llegar”, agregó.
Pese a reconocer que la adopción de pagos digitales en algunos países es mayor, como en Brasil, Argentina y Chile, destacó la velocidad con la que crece en el Perú.
Y para sostener esa trayectoria, el BCR introdujo en el 2023 la interoperabilidad de billeteras digitales. “Al integrar estos ecosistemas (que cada banco tenía por separado), estamos convencidos de que hemos facilitado, hemos acelerado el proceso de adopción de pagos digitales”, rescató el funcionario.
Así, los pagos interoperables ya tienen un valor de transacciones equivalente al que generan los pagos con tarjetas de crédito y débito, pese a que las operaciones con esta última crecen 40%; mientras que los pagos que se realizan con QR también muestran una expansión significativa, comentó.
La fase 4 de la interoperabilidad alcanzará a fintech y big tech, que se sumarán a las billeteras digitales más grandes, bancos e instituciones financieras en general y emisores de dinero electrónico.
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Iniciación de pagos
Con el fin de continuar con la aceleración de los pagos digitales, Castillo ponderó otro pilar en el que trabaja el instituto emisor: generar nuevos espacios para estas operaciones.
En esa senda, el año pasado inició el piloto de la moneda digital del Banco Central, que apunta a la población de zonas de baja bancarización del país.
En paralelo a esas iniciativas, el ente emisor trabaja un modelo de iniciación de pagos con el propósito de generar más competencia en el sistema financiero, incluso con el ingreso de otros actores, y de empoderar al usuario.
“La plataforma que estamos trabajando va a ofrecer la posibilidad de hacer iniciación de pagos a través de un modelo centralizado. La idea es que vamos a facilitar la descentralización de los roles en el sistema de pago. Va a haber entidades que van a poder cumplir el rol de proveedores de cuentas, ciertamente pueden ser los bancos, las cajas”, precisó.
La plataforma de iniciación de pagos –esquema que permite que los consumidores puedan ordenar desde un aplicativo que sus pagos se carguen a sus cuentas– estará lista a fin del 2026, estimó Castillo.
De acuerdo con la experiencia en otros países, entre las grandes ventajas de la iniciación de pagos, está el hacerle la vida más fácil a los usuarios pues no hay necesidad de buscar las tarjetas de crédito y digitar los números, según Tink.
La iniciación de pagos dará lugar a otras fases más avanzadas, como el open banking u open finance –que involucran la competencia de la SBS-. En estas, nuevas alternativas de préstamos tomarán datos compartidos por entidades financieras, lo que permitirá calificar mejor el riesgo del cliente y ofrecerle condiciones más ventajosas, según Vodanovic.

Economista periodista. Estudió economía en Pontificia Universidad Católica del Perú. Editor de Finanzas por 10 años.