
Las afiliaciones de los trabajadores al Sistema Privado de Pensiones (SPP) se aceleran a despecho de la polémica que suscitan la próxima entrada en vigor de la reforma previsional y un probable nuevo retiro de fondos de AFP.
Pese al escenario complejo, el sistema de AFP logró, a fin de mayo, el hito de los 10 millones de afiliados, según datos de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS). Esta cifra equivale al 57% de la Población Económicamente Activa o PEA del país (17.4 millones), ¿a qué se debe este crecimiento?
LEA TAMBIÉN: Ahorro crece, ¿está generando ganancias a peruanos?
Los ingresos a las AFP ganaron mayor ritmo en el último quinquenio, pero sobre todo en los dos últimos años, cuando se afiliaron un promedio de medio millón en cada ejercicio (2023 y 2024). Estas magnitudes superan con creces a las observadas entre el 2010 y 2020, cuando se incorporaron una media de 300, 000 al año.
Los siete retiros de fondos de AFP, dictados consecutivamente tras el inicio de la pandemia, mellaron el ahorro previsional conjunto e individual, con serio impacto en los mercados de capitales; pero, paradójicamente, han impulsado notoriamente las afiliaciones al SPP en menoscabo de un más lento ingreso al Sistema Nacional de Pensiones (SNP).
Pertenencia de los fondos
Y es que ante el revuelo que despiertan cada una de esas liberaciones de fondos, los nuevos trabajadores muestran inclinación por la alternativa que les permite disponer prontamente de esos recursos, pese su carácter netamente previsional (ideados para utilizarse en la edad de jubilación, cuando las personas se quedarán sin fuente de ingresos): las AFP.
En contraposición, está la ONP, que no permite retiros de ninguna naturaleza pues los aportes de los trabajadores a este último sistema van a un fondo común, lo que impide devoluciones individuales.
Diego Marrero, portfolio manager de Blum, refirió: “Esta evolución de afiliaciones al sistema privado va en desmedro del sistema nacional de pensiones o de reparto. Antes, muchos beneficios en el sistema Privado de Pensiones no se percibían. Los retiros han aclarado esto, porque las personas ven un beneficio tangible, y eso las atrae el sistema privado. Eso es un beneficio inmediato, de corto plazo. Antes de los retiros, la percepción era de que se trataba de un dinero para jubilación, y los beneficios se percibían en el largo plazo”.

El hecho de que las AFP gestionen cuentas de capitalización individual despierta en los afiliados un mayor sentido de posesión, de pertenencia sobre los fondos, de que estos confieren rentabilidad, así como de protección con los seguros de invalidez y sobrevivencia que cubren a estos trabajadores, entre otros beneficios que no son tan visibles, sostuvo.
Pero el experto hace hincapié en que el mayor beneficio que puede brindar el sistema privado no son los retiros, sino el otorgar al que se jubile pensiones relevantes, luego de haber aportado los años correspondientes, aunque ello será palpable recién en el largo plazo, cuando cesen los primeros que se afiliaron al sistema privado a inicios de los 90.
“Cuando se jubilen luego de todos esos años de aporte, verán el beneficio de largo plazo del sistema previsional privado, que es una pensión digna. Pero hoy los trabajadores priorizan el corto plazo, los retiros de fondos”, dijo Marrero.
Si bien los retiros imprimieron mayor velocidad a las afiliaciones a AFP, han sido también nocivos para el sistema pues redujeron sustancialmente el fondo de pensiones, lo que incluso afecta a los aportantes que no tocan estos recursos –pues lleva a las AFP a realizar inversiones no óptimas–, y socavan el rol nacional clave que juega el ahorro previsional y las externalidades positivas que genera en el financiamiento de inversiones de las empresas, y del propio Estado, a través de las adquisiciones de bonos soberanos, enfatizó el ejecutivo.
Aportantes a las AFP
Además, el SPP tiene taras acuciantes, como el hecho de que solo el 42% de los 10 millones de afiliados aporta regularmente a la AFP.
Marrero atribuye ese bajo porcentaje de cotización a las características del mercado laboral peruano, en el que muchos de los empleos son temporales, como los vinculados a campaña agrícola, y con predominio de trabajadores independientes o informales, quienes, al no tener obligación, dejan de aportan al fondo de pensiones pese a ser afiliados de AFP, acotó Marrero.
LEA TAMBIÉN: Dólar acentúa caída en mayo, ¿romperá piso de S/ 3.60 en junio?
Un futuro sin pensiones para muchos trabajadores
Las afiliaciones a las AFP han crecido en los últimos tiempos porque las continuas liberaciones de fondos generan incentivos para que las personas prefieran el sistema privado en lugar del público, afirmó Jorge Guillén, docente asociado de Esan.
“En el pasado, en la crisis del 2009, cuando las bolsas de valores se caían, ahí la gente se iba a la ONP. Sin embargo, hoy van más al sistema privado porque existe la posibilidad de sacar el dinero, con tanto retiro que hay, van a poder retirar en cash”, señaló el docente al recalcar que los peruanos poseen una visión de corto plazo, en coincidencia con Diego Marrero, de Blum.

Pero el hecho de que los trabajadores ingresen al sistema de AFP, no garantiza que recibirán una pensión en el futuro por encima del mínimo planteado por la reforma, pues, además, por los sucesivos retiros de fondos, la densidad de cotización decayó mucho (a 42%) y el 58% no aporta. “Por eso es probable que en el futuro no haya gente con pensión”, advirtió Guillén.

Economista periodista. Estudió economía en Pontificia Universidad Católica del Perú. Editor de Finanzas por 10 años.

Economista con trayectoria en periodismo y medios digitales.