La Feria Internacional del Libro (FIL) de Lima vuelve a modo presencial tras dos años en los que el evento literario más importante del país se limitó a la virtualidad. Desde el 22 de julio hasta el 7 de agosto, los lectores accederán a una amplia oferta editorial, además de ponencias, conversaciones y presentaciones de libros en el Parque Próceres de la Independencia de Jesús María.
Nuevos desafíos
En todas sus últimas ediciones, la FIL Lima había roto récords en cuanto a ventas y asistencia de público. La última vez que se realizó de forma presencial, es decir el año 2019, el evento congregó a 586,900 lectores (4% más que el año anterior) y superó los S/20 millones en ventas de libros (5% más con respecto al 2018, según data oficial de la Cámara Peruana del Libro).
Tras dos años de pandemia, en medio de una crisis económica y a puertas de una cuarta ola, las proyecciones de la CPL sobre esta FIL son cautelosas. “Si logramos tener la misma cantidad de asistentes o nos acercamos a ella, será un éxito total. Superar los números de las ediciones anteriores me parece no solo ambicioso, sino irresponsable. Con que nos acerquemos sería excelente”, sostiene Antonio Moretti, director cultural de la CPL.
Para esta edición, la FIL contará con 140 expositores comerciales, entre editoriales grandes e independientes. “La oferta es tan buena como ha sido siempre”, precisa Moretti. Cabe recordar que, en el 2019, la cifra de stands sobrepasó los 200. “Esperamos llegar por lo menos al 70% de ventas de lo que fue en años anteriores. Ese es un número responsable entendiendo el tamaño de la feria en comparación la que se realizaba antes de la pandemia”, comenta el directivo.
Este porcentaje ha crecido en los últimos meses, según Moretti. “Cuando conversábamos entre editores y libreros a principios de año, nuestro cálculo (de ventas) era el 40%. Pero en los últimos tres meses, distribuidores y librerías han empezado a vender más, a tener curvas de crecimiento en sus ventas, y pensar en un 70% no es descabellado”, explica.
Auspicios
En cuanto a auspicios y patrocinios, Moretti manifiesta que hay algunos cambios y adiciones. “Han aumentado con respecto a las ediciones anteriores, que fueron virtuales, pues volvernos a ver las caras genera más expectativa. Sin embargo, con respecto al 2019, tenemos un poco menos de auspiciadores”, detalla el ejecutivo.
En ese sentido, Fundación BBVA regresa a ser patrocinador del evento literario, mientras que entre los auspiciadores se encuentran RPP, Editora Perú y Petroperú.
Si consideramos los montos de los contratos entre organizadores y marcas, Moretti señala que los ajustes que se han hecho no han sido “decepcionantes”. “Si bien han cambiado algunos de ellos, la feria no ha crecido en capacidad logística. Algunos, como el Ministerio de Cultura, incluso han incrementado su apoyo”, apunta.
El nobel del 2023
Si bien este año no habrá la presencia de un premio nobel como ya nos había acostumbrado el evento literario, Moretti revela a Gestión que ya se iniciaron las coordinaciones para contar con uno en la siguiente edición. “Hay una cuestión económica para traer un nobel, sí, pero sobre todo es de tiempo. Si todo sale como queremos, podremos tener por lo menos un nobel en la feria en el 2023″, promete.
Las claves
- Ciencia. Durante dos días, las universidades del Perú presentarán investigaciones y publicaciones sobre este tema.
- Juvenil. La autora Flor Salvador tendrá hasta 6 horas para firmar autógrafos para sus lectores.
- Portugal. El país invitado traerá a más de 30 autores. Entre ellos, un director de cine.