La pandemia del COVID-19 ha orientado la búsqueda de nuevas formas de viajar, siendo una de ellas el turismo comunitario, donde Perú tiene altas oportunidades de brillar.
Así lo señaló María José Rozas, especialista de inteligencia de mercados turísticos de Promperú, al presentar el perfil del turista extranjero que realizaría turismo comunitario en los próximos meses.
Señala que, raíz de la emergencia sanitaria, se ha observado una pausa en la realización de viajes y ello ha servido como un espacio de reflexión para aquellos turistas que están ansiosos de viajar nuevamente, pero con una reflexión detrás, entendiendo un poco más allá de todo lo que implica viajar.
“Ahora buscan una experiencia de viaje, una experiencia un poco más auténtica donde se busca incluir algunos aspectos locales y estos van a empezar a cobrar más relevancia. Son viajeros que buscan comprender todas las expresiones culturales que hay detrás del destino y también buscan fortalecer y generar nexos con las comunidades. Tener una experiencia más única que permita conocer el destino de una forma distinta”, sostuvo durante el seminario “Turismo comunitario, el impacto de las experiencias sostenibles y auténticas”, organizado por Promperú.
De este modo señaló que, a nivel global, 8 de cada 10 turistas considera que la comprensión cultural y la preservación del patrimonio son elementos claves para considerar el próximo destino de viaje; en tanto se observa una mayor importancia en lo que es la sostenibilidad.
“Estamos viendo que 6 de cada 10 viajeros van a buscar viajar de una forma más sostenible y 7 de cada 10 espera que el dinero que gasta en su viaje regrese a la comunidad local y favorezca su economía. Hay una preocupación por un turismo más responsable desde el punto de vista de la sostenibilidad, medioambiental y social”, dijo.
Permanencia y gasto
La especialista señala que el turismo comunitario abre una oportunidad enorme para el Perú debido a que el 80% de producto turístico nacional se desarrolla en zonas rurales, en tanto se cuentan con 67 emprendimientos en 13 regiones del país asociadas al turismo de comunidades.
Agrega que el turismo comunitario no es algo nuevo, pues entre el 2010 y el 2019 se observó una tasa crecimiento de 13% respecto a los viajeros que elegían practicar este tipo de turismo.
“Perú es un país rico en culturas y tenemos la oportunidad de mostrarlas. Por otro lado, cuando hablamos de las primeras actividades que se harían al momento de viajar, la mayoría de turistas buscaría actividades al aire libre para evitar el contagio del coronavirus y justamente la mayoría de emprendimientos de turismo comunitario tienen estas características como las caminatas interpretativas, avistamiento de aves o talleres al aire libre que enriquecen esta experiencia”, añadió.
De igual manera, dijo que los turistas que practican turismo comunitario en comparación del turista promedio gasta más en su visita y se queda más tiempo: gastan US$ 700 más que el turista promedio y además se quedan hasta 7 noches más.
“Desde el punto social diversifica las actividades y genera ingresos adicionales a grupos de la población. De hecho, muchas veces el turismo comunitario se desarrolla en comunidades que están asociadas a actividades productivas como por ejemplo la agricultura, entonces le estamos dando una nueva fuente de ingreso a aquellos pobladores”, apuntó.
Rostro de mujer
Promperú elaboró un perfil del turista extranjero que realizaría turismo comunitario en países de América Latina, entre ellos, Perú.
Para el desarrollo de dicho perfil se realizó una encuesta a viajeros de Argentina, Colombia, Chile y Españas, quienes serían los potenciales turistas extranjeros que arribarían al país para realizar el turismo en comunidades en su siguiente viaje el año próximo e incluso a largo plazo, en el año 2023.
Así, a este perfil se le puso el nombre de Paloma, una mujer de 35 años que vive en la capital de su ciudad y que le conocer culturas distintas a la suya. Además, le gusta tener una perspectiva distinta pues quiere conocer la historia, cultura, las leyendas, creencias de las comunidades, probar la cultura local y si es posible participar de alguna festividad. Puede realizar el viaje con su pareja o con el grupo familiar directo, esto a fin de evitar los posibles contagios por coronavirus.
En su proceso de planificación del viaje, esta turista siente mayor seguridad porque ya se encuentra vacunada contra el COVID-19 y además, ya ha habido un periodo de aprendizaje sobre los protocolos para el biociudado.
A detalle, es una persona que cuenta con internet, realiza home office y tiene entre sus planes el deseo de volver a viajar. Así, priorizará destinos cercanos y valorará servicios bioseguros o que puedan contar con algunas credenciales como el Sello Safe Travel.
Asimismo, realiza la búsqueda de información en páginas oficiales. Este punto es importante ya que antes de la pandemia las páginas oficiales no eran el punto principal de búsqueda, precisa Rozas.
Este turista tiene la intención del uso de agencia de viajes, de tal modo que se pueda contar con un experto que lidere toda la experiencia de los servicios. Además, está dispuesto a contratar un tour privado y reducido a su entorno familiar que incluya la adopción de las medidas de biocuidado.
Experiencia tradicional
Ya en el lugar de destino, el turista extranjero busca servicios adecuados en buen estado, pero ello no quiere decir que vayan a optar por elementos modernos que interrumpan con la tradicionalidad o que distorsionen la experiencia.
“Cuando piensa en qué hacer, quiere saber cómo se cosecha, como se vive, qué alimentos se preparan, a veces se une a clases de cocina o quiere ver cómo se produce la artesanía. Quiere ver qué hay del otro lado del turismo, también quiere aprender algo nuevo”, dijo la especialista de Promperú.
Del mismo modo, esperan tener contacto con la población, que se cuenten las historias y costumbres desde un punto de vista local.
“También se espera que se incluya algunos elementos folklóricos dentro de la cotidianidad, no que sea sobreactuado. Aquí se habla de la vestimenta, algunas celebraciones y artesanías”, explica.
Respecto al hospedaje, indicó que algunos optarán por hospedarse con la comunidad, otros querrán pasar parte del día dentro de la comunidad y algunos fuera de ellas.
Quienes optan por en estar fuera de la comunidad, se hospedarían en hoteles de 3 a 5 estrellas.