A un mes de cerrar el año 2022, la demanda de reservas de hoteles en el país para pasar el Año Nuevo 2023 no tiene las mejores expectativas.
En diálogo con gestion.pe la Asociación Peruana de Hoteles, Restaurantes y Afines (Ahora), señaló que al cierre de noviembre las reservas de hoteles se encuentran bajas, excepto algunos destinos que se mueven casi solos, como las playas del norte y la región Cusco, “que por naturaleza siempre están ocupados por fin de año”.
El vicepresidente del gremio, Sergio Rivas, explica que los destinos mencionados así como Trujillo, Chiclayo, Arequipa, Puno y Ayacucho podían tener más de 80% de ocupación de hoteles por estas fechas, sin embargo, aún estamos lejos de esa cifra.
“La ocupación para fiestas de fin de año todavía está por debajo del 30%, ojalá pueda duplicarse, pero nuevamente se están manejando muy mal las cosas desde el Gobierno, que hace que la gente tome sus precauciones antes de decidir un viaje dentro de Perú. Si llegamos al 65% de ocupación va a ser un logro”, sostuvo.
Diversas trabas
Precisamente, Rivas indicó que se tienen muchas trabas para impulsar el turismo, entre ellos, la incertidumbre generada por la coyuntura política.
A ello se suma que el peruano promedio está quedándose sin liquidez y este factor -según consideró- es un gran problema para fiestas de fin de año.
“Si bien es cierto que recibe gratificación en diciembre el (trabajador que tiene empleo formal), eso no quita que los recursos sean limitados”, explicó.
Por otro lado, dijo que se observan limitantes en los destinos clave, como Machu Picchu. Y es que, según recordó, hasta hace poco se presentaron dificultades para la venta de boletos hacia el santuario y, de otro lado, se anunció un paro para el 1 de diciembre, que felizmente fue suspendido.
“Tenemos situaciones, como el paro, que hacen que se piense dos veces antes de ir a ese destino, eso nos deja mucha incertidumbre”, apuntó.
De igual manera, Rivas indicó que la tendencia de reservas de hoteles ha cambiado respecto a años anteriores. Hoy en día, menciona, muchas de las reservas se realizan de último minuto y no se planifican con anticipación.
“No se sabe si paralizarán un vuelo, habrá una huelga que bloquee una carretera, o que pase lo que sucedió en Semana Santa, donde los controladores paralizaron operaciones”, apuntó.
Cierre de año complicado para el sector
Siguiendo la misma línea, la gerente general de la Sociedad Peruana de Hoteles (SPH), Tibisay Monsalve, señaló a gestion.pe que, en efecto, se pronostica un cierre de año complicado para la industria hotelera.
Indicó que diciembre es un mes de gastos, compras, regalos, en tanto que el empleo no se recupera en su totalidad.
“A ello se suma la amenaza de volver a la pandemia, entonces el público está con los ánimos muy apagados. Este es un año raro”, apuntó.
En términos generales, indicó que desde el gremio existe una preocupación respecto al hecho de tener la ocupación hotelera más baja de la región de América Latina, además de los constantes paros y huelgas que impactan en el turismo hacia Perú.
“Los inversionistas están preocupados porque no se les da seguridad en el ambiente. El panorama es muy incierto y en el caso de turismo los operadores internacionales han borrado a Perú del mapa, no va a aparecer en los catálogos del próximo año porque nadie se va a arriesgar a vender un destino en donde no habrá entradas como, por ejemplo, ver Machu Picchu, o que haya un paro y no pueda visitarlo”, dijo.
Agregó que lo que sí se ha mostrado es un crecimiento del turismo para los jóvenes impulsado por los influencers, sin embargo, no es el grupo poblacional que se mueve por fiestas de fin de año, como son los miembros de una familia.