Perfumista Verónica Kato: “Para crear fragancias no necesitamos de la nariz”

Esta habilidad se agudizó por su cercanía a las hierbas, flores y frutas en una comunidad de inmigrantes Bastos. Verónica Kato, hija de agricultores, tuvo su propio parterre y recopiló 200 plantas. A diario, la perfumista se rodeó por la naturaleza y ahí inició el gusto por trabajar con los aromas.

¿Cómo profesionalizaste esta fascinación por las notas olfativas?

Estudié Farmacia bioquímica, pero mi primer empleo fue como asistente de un perfumista; ahí descubrí esta industria.

Para ser un perfumista, puedes hacerlo de dos maneras: la formación de una escuela o puedes aprender con un perfumista senior para que te enseñe. En mi caso, empecé como asistente con el apoyo de perfumistas senior, pero, también tuve la oportunidad de ir la escuela.

¿Cómo empezaste, qué cosas tenías que hacer?

Empecé a trabajar dando las fórmulas para los perfumistas y me di cuenta lo bonita que es esta profesión, es decir, crear aromas para alegrar el día, mejorar el humor, hacer que una persona se sienta más empoderada, más feliz, contenta.

Ahí fue cuando pensé que me gustaría ser una perfumista y poder crear fragancias que transmitan emociones, diferentes estados de espíritu.

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¿Qué aprendiste en la escuela de perfumería?

En la escuela se aprende las materias primas, los caminos olfativos, los ingredientes. Es complejo porque tenemos más de 2,000 ingredientes en la paleta de la perfumería y uno tiene que memorizar cada una.

Conoces notas florales, verdes, frutados, amaderados; y aprendes a mezclarlas para crear acordes. Los acordes son como un olor de la tierra cuando llueve, o del bosque, un acorde puede ser un postre que probaste.

Luego, aprendes a componer los perfumes, a realizar una mezcla de los acordes. La mayoría de perfumes son complejos, tienen notas florales, frutales, dulces, etc.

¿Cómo se crea un perfume?

Un perfume se crea con las memorias olfativas y se deben componer fragancias que despierten recuerdos y emociones en las personas.

Por ejemplo, voy a Perú y me dan un jugo con frutas y especies peruanas. Si yo quiero crear este acorde para colocarlo en un perfume, mi memoria olfativa lo recuerda y se crea una fragancia similar. Puede que un peruano perciba el perfume creado y le recuerde al país.

¿Creas a partir de un recuerdo?

Hay que precisar que la nariz solamente captura los aromas, para crear fragancias no necesitamos de este órgano. El proceso se realiza en el cerebro. La nariz sirve para oler y saber si la composición está buena o no.

Las notas son como los colores, que ya están creados, y las fragancias son las composiciones. Entonces, yo recreo los aromas con mi memoria olfativa, mezclo las fragancias y el resultado es un perfume.

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¿Qué cuidado le das a tu sentido del olfato?

Me cuido la nariz evitando acudir a lugares contaminados o con mucha polución. Además, tomo mucho líquido para que los orificios nasales estén humedecido.

Sin embargo, cuando estamos con un resfriado es más difícil identificar aromas.

¿Cuántas fragancias o perfumes has realizado?

Nunca las he contado porque he trabajado por más de 30 años, pero recuerdo uno que hice.

Hay una fruta en Brasil llamada Pitanga. Es una fruta del árbol de la Mata Atlántica, el primer árbol que planté; son como frutillas rojas, similares a las cerezas brasileñas, pero más ácidas.

Fueron los aromas que conformaron la primera fragancia de EKOS PITANGA, la línea de Natura que he creado. Esta fragancia es muy especial para mí.

¿Cómo ingresaste a Natura?

Nunca participé de un proceso de selección. Siempre fui invitada. Empecé en Dragoko y luego fui invitada a trabajar en otras empresas hasta llegar a Natura.

En la perfumería en general hay más que 2,000 ingredientes y en Natura tenemos 22 que son exclusivamente de nosotros. Estos son el aceite de pitanga, la materia prima de palo santo, toda la gestión de los Andes, entre otras.

Otro de los puntos diferenciales es que trabajo en cocreación con los mejores perfumistas del mundo. Tenemos una asociación con las casas de fragancia en las que trabajé antes de Natura y aquí puedo trabajar con ellos para crear fragancias de calidad global, pero con una identidad muy brasileña latinoamericana.

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¿Puede la industria de perfumes ser sostenible?

En Natura hay una preocupación por crear un mundo mejor, ya sea generando un impacto positivo, teniendo cuidado con la comunidad, realizando acciones en la Amazonía, o con el medio ambiente.

Por ejemplo, al trabajar en la línea de Kaiak, la marca tiene el objetivo de cuidar de los océanos. Cuidamos el litoral para que la basura y los plásticos no lleguen a las aguas; con eso disminuimos la contaminación, reciclamos el plástico y lo reutilizamos como parte de la tapa del envase de la fragancia Kaiak.

¿Qué es lo que más te gusta de tu actual trabajo?

Tenemos un buen ambiente porque las personas cuidan a sus compañeros, algo que nunca he visto en otras empresas. Además, existe una preocupación con el medio ambiente.

El dueño de Natura dice que nosotros no somos empleados, que somos colaboradores para construir un mundo mejor. A partir de esa premisa realizamos nuestras labores.

SOBRE EL AUTOR

Fiorella Hokama

Periodista. Bachiller en la Universidad San Martín de Porres con experiencia en medios digitales. Actualmente, me desempeño como Redactora Web en Gestión con gran interés en temas económicos y las finanzas.