Dos de las series latinoamericanas más populares de los últimos años han sido ambientadas en Colombia. La primera, “Narcos” (2015-2017), mostró la peor cara del país: el drama bilingüe de Netflix era una crónica de cómo Pablo Escobar se convirtió en “el rey de la cocaína”.
Sin miedo a los subtítulos, los espectadores de 52 países vieron cómo el capo de la droga producía montañas de coca y mataba a sus enemigos. Una firma de análisis de datos, Parrot Analytics, afirmó que “Narcos” es una de las 60 series más sintonizadas en streaming de la última década. Hasta provocó un auge de “narcoturismo” en la ciudad natal de Escobar, Medellín.
El segundo título, “Cien años de soledad” (2024), es bastante diferente, ya que está basada en la novela más celebrada de Colombia. Netflix declaró que su adaptación de la obra de Gabriel García Márquez es su producción latinoamericana más costosa hasta la fecha (aunque no ha revelado de cuánto fue su presupuesto).
El drama dotado de realismo mágico se estrenó el 11 de diciembre; los suscriptores del servicio pasaron más de 31 millones de horas viendo el programa en la semana de su lanzamiento.
Además de Colombia y Netflix, hay un tercer factor que conecta a estos dos éxitos: una casa productora llamada Dynamo. Fundada en Bogotá en 2006, la empresa combina proyectos y presupuestos astutos con un énfasis en la autenticidad y el talento regional.
LEA TAMBIÉN: The Economist: ¿La buena literatura se traduce en buena televisión?
Según los cálculos de Parrot Analytics, en los últimos cuatro años, las producciones de Dynamo han generado más de US$ 20 millones para Amazon Prime Video y US$ 600 millones para Netflix. La compañía está a la vanguardia de una ola de productoras locales e independientes que generan entretenimiento para una audiencia global.
A la fecha, Dynamo ha producido 49 largometrajes y 26 series de televisión, todos filmados en Colombia, México y España. En 2024, incluso antes de que se estrenara “Cien años de soledad”, tres títulos de Dynamo estuvieron dentro del 20% de las series más vistas en idioma español producidas en América Latina: “Distrito Salvaje” (2018-2019), un drama sobre corrupción que transcurre en Bogotá; “Frontera Verde” (2019), sobre una detective que investiga asesinatos en la región amazónica de Colombia; y “El Robo del Siglo” (2020), que relata cómo un grupo de ladrones se llevó US$ 33 millones del banco central colombiano en 1994.
“Pimpinero: Sangre y gasolina”, que trata de contrabandistas de gasolina en la frontera de Colombia con Venezuela, se estrenó en noviembre en Amazon Prime Video. Dynamo afirma que es la película más costosa jamás realizada en Colombia.
Según la empresa de investigación Ampere Analysis, hay alrededor de 3,000 casas productoras en todo el mundo. Las plataformas de streaming han aumentado las oportunidades para las pequeñas productoras, que están detrás del 60% de las nuevas series que se realizan cada año.
En 2009, Stacy Perskie fundó Redrum en México y ya produjo para Netflix “Narcos: México” y una adaptación de la renombrada novela mexicana, “Pedro Páramo”, que es aún más confusa que la obra maestra de Márquez. Luego de que “El juego del calamar”, una serie de acción y suspenso de Corea del Sur, se disparó al número uno en las listas de popularidad de Netflix en 2021, su creador, Hwang Dong-hyuk, fundó su propia empresa productora (la segunda temporada de la serie distópica se estrenó el 26 de diciembre).
LEA TAMBIÉN: FIFA acuerda con Netflix la retransmisión en EE.UU. del Mundial 2027 y de 2031
Estas empresas se han beneficiado del hambre de las plataformas de streaming por encargar producciones de varios países, una estrategia que inició Netflix. En 2011, el servicio empezó a buscar nuevos suscriptores en América Latina y a recabar ideas de estudios independientes en la región.
Las casas productoras pronto aprendieron a pulir sus discursos de venta y a crear series en las que “cada episodio se sintiera como una pequeña película”, explicó Perskie.
Dynamo tiene un modelo de financiamiento poco común (sus cofundadores, Andrés Calderón y Diego Ramírez Schrempp, vienen del mundo de los negocios y las finanzas, no del entretenimiento.) En lugar de recaudar fondos para un proyecto a la vez, en 2006, Calderón creó un fondo de capital privado. La idea era estimular la inversión en la incipiente industria cinematográfica de Colombia.
En aquel entonces, Calderón “no sabía nada de cine”. Lo que sí sabía era cómo recaudar dinero: atrajo varios millones de inversionistas privados, incluidos fondos de pensiones. Con ese capital, Dynamo produjo sus primeros doce proyectos. También fue de ayuda que en 2003 Colombia había aprobado una ley para subsidiar la industria cinematográfica. Dynamo logró producir contenido con pocos recursos: cada proyecto tuvo un presupuesto de entre 500,000 y 1 millón de dólares.
Dynamo también atrajo talento latinoamericano. En 2009, produjo “Rabia”, una película de suspenso y romance de Sebastián Cordero, un director ecuatoriano, y Eugenio Caballero, un director de arte mexicano ganador del Oscar (Caballero ayudó a hacer realidad el pueblo ficticio de Macondo, concebido por Márquez en “Cien años de soledad”).
Dynamo empezó a colaborar con estudios en el plano internacional mediante coproducciones.La empresa fue una pieza clave para establecer a Colombia como un centro de producción televisiva y cinematográfica. Calderón convenció al equipo detrás de “Narcos” de que el drama debía grabarse en locaciones reales.
“Mi actitud fue: ‘Vamos a hacerlo aquí, vamos a mostrar la verdadera Colombia’”, relató. Contrataron a actores y técnicos latinoamericanos. Para mejorar la veracidad de la historia, Calderón consiguió una reunión con el expresidente colombiano César Gaviria, quien estaba en funciones cuando Escobar fue detenido y luego asesinado (también aparece como un personaje en la serie).
Francisco Ramos, vicepresidente de Netflix para América Latina, comentó que el éxito del programa desmintió la idea de que los estadounidenses y los británicos eran los únicos que podían producir televisión de prestigio. “Narcos” marcó un “punto de inflexión”, señaló Silvia Echeverri, directora de la Comisión Fílmica de Colombia, ya que a partir de ese momento Hollywood vio a Colombia como un destino viable de filmación.
De ahí, se vio un repunte de producciones, ayudado por una bonificación fiscal del 40% para las películas extranjeras (Dynamo presionó para la aprobación de esa ley, que entró en vigor en 2012).
Dynamo busca historias entretenidas pero matizadas sobre América Latina. Los títulos en su catálogo —que incluye wésterns, comedias políticas y tramas basadas en crímenes reales— evitan los argumentos predecibles.
“Distrito Salvaje”, la primera serie original colombiana de Netflix, explora los retos de reintegrar a la sociedad a exguerrilleros. “Frontera Verde” es una miniserie policial de suspenso que toca temas como el medioambiente y los pueblos indígenas en la Amazonia (la que pudo haber sido una trama polémica y tediosa en realidad es cautivadora). Varias series también han obtenido el reconocimiento de la crítica no solo el del público: “Falco”, una serie policiaca, ganó el premio Emmy Internacional en 2019.
En 2025, las plataformas de streaming esperan poder reducir costos, lo cual quiere decir que quizá se enfoquen en franquicias de éxito comprobado y formatos económicos como la telerrealidad, en lugar de apostar por dramas más audaces.
El presupuesto total de producción de Dynamo llegó a su punto máximo en 2022, y fue de US$ 80 millones (como punto de comparación, ese mismo año, A24, una productora vanguardista de entretenimiento independiente estadounidense, tuvo un presupuesto fílmico estimado en 115 millones de dólares).
Tras bambalinas en Bogotá
Aun así, los miembros de Dynamo están acostumbrados a la parsimonia, además de que es más barato realizar producciones de calidad en Bogotá que en Burbank. La empresa lleva una buena racha: la demanda de contenido en español creció más del doble en los últimos cuatro años.
Además de la segunda temporada de “Cien años de soledad”, la productora no revela detalles sobre sus próximos proyectos. Sin embargo, tiene la esperanza de realizar series de televisión con la misma escala y ambición que sus equivalentes estadounidenses. Calderón afirma que Dynamo está “lista para hacer su ‘Juego de tronos’”.
LEA TAMBIÉN: The Economist: ¿Qué nos deparan los dioses de la IA generativa para 2025?
Comienza a destacar en el mundo empresarial recibiendo las noticias más exclusivas del día en tu bandeja Aquí. Si aún no tienes una cuenta, Regístrate gratis y sé parte de nuestra comunidad.