Establecer una base permanente en la luna, desarrollar actividad en ella o acortar la duración de los viajes a Marte son algunos de los retos que plantea hoy la carrera espacial a las agencias de Japón o Estados Unidos, explicaron sus representantes.
La actividad comercial, incluidos los viajes turísticos, es un objetivo en el que se centran las actuales misiones espaciales y así se puso de manifiesto en el congreso de turismo espacial y subacuático, Sutus, realizado esta semana en Marbella (sur de España).
La subdirectora de la delegación en París de la agencia aeroespacial japonesa (JAXA), Hiroko Asakura, cuyo programa de exploración espacial incluye un importante capítulo dedicado a la microgravedad, destacó que los viajes al espacio serán una realidad gracias al esfuerzo y la cooperación internacional.
Para la representante de la JAXA, antes de que esta opción turística sea viable es necesario, entre otros, continuar con la exploración del cosmos -donde juega un papel fundamental la robótica-, hacer de este una zona segura y potenciar la industria de la aviación para contar con medios de transporte adecuados.
A este respecto, Japón trabaja en el desarrollo de un entorno institucional, científico y económico que permita el desarrollo de futuros proyectos comerciales en el espacio y para ello cuenta con la colaboración de la empresa privada, tanto japonesa como extranjera, ha detallado Asakura.
A la hora de hablar de turismo espacial, el asistente senior a la Dirección de Operaciones y Exploración Humana de la NASA (EE.UU.), Sam Scimemi, puso el acento en la duración de los trayectos que, en el caso de las misiones a Marte, habrían de acortarse antes de que sea posible hacer de ellos un producto turístico.
El tiempo que se tarda en realizar un viaje de ida y vuelta al planeta rojo, junto a la presión y la temperatura son aspectos que hasta la fecha no se pueden obviar, concretó el representante de la agencia aeroespacial estadounidense.
Al margen de las posibilidades turísticas que ofrece el universo, Scimemi recalcó el interés de la NASA por crear y poner en marcha una nueva zona económica -Leo- en la parte inferior de la órbita de la Tierra y contar con presencia sostenible en el espacio profundo, algo en lo que ya han dado los primeros pasos.
Así, la NASA y su homóloga japonesa JAXA han compartido cartel con la Federación Internacional de Astronautas, con base en Canadá, y diferentes empresas privadas del sector aeroespacial como Space Florida, Space VIP, Space Perspective o la Academia de Entrenamiento Espacial de la piloto Nancy Vermeulen.