Por Manuel Patiño
El paraíso tecnológico del mundo se ubica al norte de California, de camino entre San Francisco y San José, y su nombre es Silicon Valley.
Este valle, con clima de locos, mucha vegetación y vientos arrebatados, es hogar de compañías como Apple, Microsoft, Google, Facebook, Intel, y casi todos los gigantes tecnológicos.
Es verdad que el silicio rodea todo el terreno. De hecho, rodea todo el planeta, pues es el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre, tras el oxígeno. ¿Entonces, qué tiene de especial este lugar para llevar el nombre?
Hace 50 años, el lugar se llamaba "Valley of Heart's Delight" o el Valle del deleite del corazón", lo cual hace referencia y justicia a los kilómetros de verdor y frutas que adornaban la carretera.
No obstante, los primeros emprendedores tecnológicos decidieron establecerse en el lugar, y comenzó la migración.
Al recorrer Silicon Valley no encontrarás empresas en sus calles, sino calles dentro de las empresas. Los hubs y campus corporativos son enormes.
Algunas compañías sobrepasan tranquilamente el medio centenar de edificios, por lo que puedes imaginar que el área no es reducida.
En sus inicios, las empresas eran más pequeñas, y la pionera del valle fue Fairchild, que inventó el microchip.
Tras el éxito de Fairchild, el valle encorazonado fue cubriéndose de tecnología, dejando atrás su tradición agropecuaria.
En 1968, dos científicos departen de Fairchild y llevan el concepto de los transistores de silicio (base del microchip) a una nueva empresa NM Electronics. Esta compañía se transformaría luego en la poderosa Intel.
El boom de los chips para las primeras computadoras del mundo se extendió a lo largo del valle, por Mountain View, Palo Alto, Cupertino, Santa Clara, etc.
--El origen del nombre--
En 1971, la invasión de los chips llamó la atención de Don Hoefler, periodista que escribía en Electronics News, una publicación de tecnología.
La industria de los semiconductores fue el tema central de su columna, y según el Business Insider, Hoefler utilizó un recurso que escuchó de un marketero, quien se refirió al Valle de Santa Clara como el del silicio.
A partir de entonces, el reportero publicó una serie de reportajes cuyo encabezado siempre rezaba "Silicon Valley USA". El nombre pegó, y como dicen: el resto es historia.