Cosas tan simples como una caricia o el calor de una taza de té son el tipo de pequeños sucesos cotidianos que despertaron la curiosidad de los nuevos Premios Nobel de Medicina. Se trata de los investigadores estadounidenses David Julius y Ardem Patapoutian (de origen libanés y armenio), quienes se llevaron el importante reconocimiento por sus descubrimientos sobre la forma en la que el sistema nervioso transmite la temperatura y el tacto.