El vínculo entre el ser humano y el reloj se remonta al siglo XIX, una época en la que se empezaron a fabricar los primeros relojes de correa. Ha pasado mucho tiempo y, lejos de desgastarse, ese idilio se ha fortalecido. Un reloj en la muñeca de un hombre o mujer representa vanguardia, tecnología y mecánica, además de lujo y gusto por lo clásico. De acuerdo con los expertos de Casa Banchero, estos son los que marcan la tendencia este 2022.
Rolex: Oyster Perpetual Datejust 36mm.
El Datejust es el arquetipo del reloj clásico según Rolex, tanto por su estética atemporal como por sus funcionalidades. Cuando se presenta en 1945, es el primer reloj de pulsera cronómetro, automático y hermético que indica la fecha en una ventana insertada en la esfera situada en la posición de las 3 horas, de ahí su nombre. Reúne todas las innovaciones principales aportadas hasta ahora por la marca al reloj de pulsera moderno: la precisión cronométrica en la muñeca (primeros boletines de cronometría para relojes de pulsera Rolex desde 1910), la hermeticidad (creación de la caja Oyster en 1926) y la cuerda automática (mecanismo por rotor Perpetual patentado en 1931).
Hublot: Big Bang E
Esta pieza encaja a la perfección en la tradición relojera de Hublot. Tanto los entusiastas de Hublot como el público general pueden reconocer de inmediato en el reloj todos los códigos que han contribuido a desarrollar la reputación de la marca. Su caja se ha realizado con materiales como la cerámica negra o el titanio, siguiendo una construcción de tipo «sándwich», ideada por Hublot en 2005. Consta de 42 componentes, 27 de los cuales pertenecen exclusivamente al Módulo K, la «cage» que alberga el corazón digital del reloj. El diseño de los tornillos y los pulsadores, el cristal de zafiro irrayable y la correa de caucho con hebilla desplegable inventada por Hublot en 1980 para el modelo Classic, con el sistema patentado One Click para facilitar la intercambiabilidad.
Está disponible con una caja de 42 mm de titanio o cerámica. Los números de las horas, metalizados, se encuentran debajo del cristal de zafiro irrayable, recubierto por una pantalla táctil AMOLED de alta definición. Como si se tratase de una versión mecánica del Big Bang, su corona giratoria con pulsador integrado se utiliza para activar los controles de su módulo electrónico. Desarrollado en asociación con otras marcas dentro del grupo LVMH, el reloj se ha adaptado para cumplir los requisitos de Hublot.
Zenith: PILOT CRONOMETRO TIPO CP-2
El icónico PILOT CRONOMETRO TIPO CP-2 de Zenith llega con un nuevo atuendo y funcionalidades útiles: la marca de la estrella recupera su famoso modelo Cairelli de los años 60 mediante el Pilot TIPO CP-2 FLYBACK. En versiones de bronce o acero envejecido, y con una completa gama de modificaciones, este ícono sutilmente modificado adquiere un toque moderno sin perder su tradicional ADN aventurero.
Presenta las imponentes dimensiones de su predecesor con sus 43 mm, junto con un movimiento de alta precisión, agujas facetadas en forma de flecha, números arábigos y la esfera TIPO CP-2 con contadores de los segundos y de los minutos a las 9 y a las 3 horas respectivamente.
TAG Heuer: Carrera Sport Chronograph
La sofisticación de esta reinterpretación del modelo TAG Heuer Carrera radica en su estilizado bisel de acero inoxidable, diseñado sin escala taquimétrica con el fin de conservar la estética general del reloj TAG Heuer Carrera con esfera plateada, lanzado por primera vez en 1963. Este modelo de 42 mm conserva la funcionalidad del cronógrafo mediante dos pulsadores y subesferas. Disponible en color opalina negra y en azul, antracita o plateado con cepillado y acabado rayo de sol, la esfera cuenta con subesferas con efecto «azurage» a las 3 y a las 9 y un pequeño segundero continuo a las 6, encima de una ventanilla de fecha. En el interior de este modelo TAG Heuer Carrera, late el movimiento de manufactura propia de la marca de relojería suiza, el Calibre Heuer 02.
Los modelos con esferas negra y azul cuentan con un brazalete de acero inoxidable con forma de H. Los ángulos de los eslabones interiores y exteriores están redondeados para conferir un aspecto más fluido al brazalete, que también es más fino para una mayor comodidad. La versión bicolor con esfera plateada y agujas chapadas en oro rosa, y el modelo con esfera color antracita intenso, van acompañados de una correa de piel de cocodrilo marrón. El fondo de la caja, de zafiro y atornillado, permite contemplar en el interior el movimiento de manufactura propia.
Cartier: Tank Solar
La innovación corre por las venas de Cartier y lo ha demostrado una vez más con el reloj Tank Must que presenta una esfera fotovoltaica y una correa producida sin materiales animales.
¿Cómo aprovechar la energía solar sin alterar la estética del reloj Tank? Esta proeza técnica creada por la Manufactura Cartier se basa en la delicada e invisible perforación de los números romanos, cuyas aberturas permiten que la energía solar llegue a las células fotovoltaicas ocultas bajo la esfera. El equipo de la Manufactura tardó dos años en integrar este movimiento SolarBeat™, con una autonomía de aproximadamente 16 años.
Un reloj que además introduce una correa compuesta por materiales procedentes de la economía circular en lugar de animales. La correa, creada con prácticas de producción responsable y sostenible, está compuesta por alrededor de un 40 % de materia vegetal, producida a partir de residuos de manzanas cultivadas para la industria alimentaria en Suiza, Alemania e Italia.
Tudor: Heritage Black Bay
El Heritage Black Bay se ha actualizado con un movimiento mecánico diseñado, fabricado y montado directamente por TUDOR. Este modelo de la marca rinde homenaje a seis décadas de relojes de submarinismo. Los elementos que otorgan personalidad al Heritage Black Bay están inspirados en la historia de TUDOR. Las líneas generales, el cristal y la esfera abombados son herencia de los primeros relojes de submarinismo TUDOR. La corona, denominada Big Crown, es idéntica a la de la famosa referencia 7924 de 1958. Las agujas, con una forma angulosa muy característica, conocidas con el nombre de snowflakes, provienen de los relojes entregados a gran escala a la Marina francesa en la década de 1970.