(Bloomberg) No se trata del Brexit, se trata de hamburguesas.

JD Wetherspoon, presidida por Tim Martin, un prominente partidario del Brexit, reportó el 24 de julio ganancias superiores a las pronosticadas para este año. El viernes Martin dijo que desde entonces el negocio ha sido prometedor, y que podría haber una ligera mejoría en el ejercicio en curso, porque los pronósticos económicos fatalistas posteriores al referéndum del 23 de junio todavía no se cumplen.

En contraste, las ventas comparables del primer trimestre de Greene King, su competencia en el sector de bares, disminuyeron en el primer trimestre, y dijo que debido al debilitamiento de algunos indicadores económicos y la caída en la confianza del consumidor después del referéndum, estaba en "alerta para un entorno comercial que podría ser más complicado en el futuro".

Dos cadenas de pubs, dos perspectivas diferentes. Ambas pueden ser correctas. El factor común para ambas es que las consecuencias del Brexit no se han empezado a sentir, y eso es particularmente cierto en el sector restaurantero. En tiempos difíciles, cambiar la cena en el pub por una cena en casa resulta obviamente más económico. Wetherspoon parece estar mejor posicionado para cuando llegue el golpe. Eso se refleja en el precio de la acción de Witherspoon, que subió 4.5% el viernes, comparado con una caída de 4,5 en la acción de Greene King.

El enfoque de Wetherspoon en comidas baratas, incluyendo el desayuno, le da una ventaja. Más de la mitad de sus ventas incluyen alimentos, parte de la actual costumbre de los ingleses de comprar comida cuando visitan un pub; entrar solamente por unos tragos está perdiendo popularidad.

Greene King tiene una menor exposición en los alimentos. En su negocio de pubs administrados, los establecimientos que incluyen alimentos representan cerca del 40% de las ventas. Pero estos contribuyen al 80% de sus ingresos, el resto proviene de sus pubs subarrendados, que suelen ser punto de venta de bebidas. La conexión con la comida es menos fuerte en este caso, lo que podría hacer a Greene King más vulnerable a una caída en el gasto por parte de los consumidores.

Así que parece que Wetherspoon podría ser un ganador del Brexit. Como Greggs, el panadero con los pies en la tierra, su comida es barata, alegre y de una calidad decente.

Pero hay un problema con esta perspectiva relativamente soleada.

Una amenaza para ambos es la inflación -el desplome de la libra después de que el referéndum elevó los costos de importación, incluidos los alimentos. Wetherspoon calcula que podría hacer frente a un aumento en los precios de los alimentos. Pero esto será un reto, y podría obstaculizar sus esfuerzos para aumentar su margen operativo.

Esta columna no necesariamente refleja la opinión de Bloomberg LP y sus propietarios

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