(Bloomberg) Es mucho menos probable que los estadounidenses ricos hayan heredado su riqueza en comparación con sus pares de muchos países que se supone son más igualitarios. No son muy ricos en títulos de universidades de élite. Los demócratas ricos tienen más relaciones sociales que los republicanos ricos.

Son algunas de las sorprendentes conclusiones de un nuevo estudio sobre los muy ricos de Jonathan Wai, de la Universidad Duke, y David Lincoln, de Wealth-X, que se basaron en datos sobre 18,245 personas con un patrimonio neto de US$ 30 millones o más.

El estudio describe a las personas de elevado patrimonio neto como un grupo más singular y diverso que los clisés reduccionistas sobre "el 1%".

En el plano global, la extrema riqueza tiene la relación más estrecha con la educación en Corea del Sur, Chile y Sudáfrica, y la menor en el caso de Ucrania y Qatar.

Estados Unidos se encuentran cerca del punto más bajo del tercio superior de los países en que más fuerte es esa relación. Alemania está cerca de los últimos lugares, lo que refleja que las vías alemanas a la riqueza pasan por actividades manufactureras y empresas medianas que no tienen tanta vinculación con la educación superior de élite.

Los sectores económicos donde los muy ricos tienen mayor relación con la educación de élite son los fondos de cobertura, el capital de riesgo, Internet, derecho y finanzas.

Esos ámbitos podrían exigir más inteligencia, mejor capacitación y relaciones sociales más fuertes. Bienes raíces, automóviles, productos de ocio y minería son los sectores con menor conexión con la educación de elite.

Muchos tenemos una imagen de esas empresas asociada con la acción, con la experiencia de la venta (excepto en el caso de la minería) y tal vez con un menor prestigio social.

En el grupo de los estadounidenses muy ricos, la relación entre riqueza y educación de élite es en extremo débil. Estudiar en Harvard podría ser útil para ingresar al club, pero no parece aumentar las oportunidades de llegar a la cima.

A pesar de la fama de Suecia y Austria de ser sociedades relativamente igualitarias, son también los países donde la mayor proporción de personas de elevado patrimonio neto ha heredado su riqueza: 43.8% y 49.6% respectivamente.

En Estados Unidos, la riqueza heredada representa sólo el 12.6% de las personas muy ricas en la muestra del estudio.

Las personas muy ricas casadas son las que mejor nivel de educación tienen, las que menos probable es que derrochen dinero y que lo hayan heredado. Separados y divorciados tienen un patrimonio neto cuyo promedio es mayor que el de los casados, lo que resultó una sorpresa.

No se sabe con certeza si trabajan más para compensar las pérdidas del divorcio, si los ricos son más propensos al divorcio ni si hay otros factores que dan cuenta de la diferencia.

Los datos sobre donaciones de caridad –medidas por el monto donado acumulado hasta la fecha- indican que la generosidad no siempre guarda mucha relación con los recursos.

Las donaciones como porcentaje del patrimonio neto son menores en el caso de los multimillonarios que en el grupo general (global en ambos casos, 2.8% a 7.5%), y las donaciones alcanzan un nivel muy alto en el caso de las mujeres estadounidenses que heredaron su patrimonio (18.9%).

En su mayor parte, quienes heredan su riqueza donan más en términos porcentuales. Los que han heredado una parte y luego han acrecentado mucho más su patrimonio por lo general donan menos.

En lo que respecta a religiones, los hindúes no estadounidenses y los judíos estadounidenses donan los porcentajes más altos de su riqueza (13.5% y 13.3% respectivamente).En el caso de las mujeres, las de mayor patrimonio neto corresponden a China, donde las mujeres ricas tienden a ser jóvenes y emprendedoras. China ha hecho un mejor trabajo que los Estados Unidos en lo relativo a producir mujeres emprendedoras muy ricas.

La sociedad estadounidense parece acercarse más a la igualdad de género en ciertos sentidos, pero entre las personas de elevado patrimonio neto hay indicios preocupantes.

Los sectores de la economía en los que hay un mayor porcentaje de jóvenes de elevados ingresos son las empresas de Internet, los servicios de tecnología de la información, fondos de cobertura y deportes y entretenimiento.

Los que tienen el personal mayor son los servicios legales, las organizaciones sociales y sin fines de lucro y la educación. Las mujeres tienen mayor representación en esas últimas dos –educación y entidades sin fines de lucro- y también en los medios, y tienen una escasa representación en fondos de cobertura y tecnología.

Por ejemplo, el ratio hombres-mujeres entre las personas que más ganan en los fondos de cobertura es de 46 a 1, en comparación con 5.3 a 1 en educación.

Ese patrón sugiere que el futuro dinamismo de la economía estadounidense, por lo menos en lo que respecta a personas de elevados ingresos, podría terminar por favorecer a los sectores de hegemonía masculina y, por lo tanto, a los hombres sobre las mujeres.

Los investigadores también miden las relaciones sociales de las personas de elevado patrimonio neto, según lo refleja la cantidad de socios o relaciones enumerados en la base de datos Wealth-X.

En el plano global, quienes dan muestras de mayor interés por establecer redes sociales son las mujeres emprendedoras, los estadounidenses y los multimillonarios estadounidenses emprendedores.

Los afroestadounidenses se destacan especialmente en ese sentido, mientras que los demócratas están mucho mejor conectados que los republicanos.

Quienes han heredado su dinero son los menos interesados en tener grandes redes, tal vez porque no eligen sus relaciones en la actividad empresarial. Los ricos son más que su dinero.

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