(Foto: AFP)
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Por una vez tenía los pronósticos en contra, pero eso no fue impedimento para que el astro del Barcelona ganase el premio The Best de la al mejor futbolista en 2019, durante una gala celebrada este lunes en la Scala de Milán.

Messi, máximo goleador del fútbol europeo la pasada temporada, se impuso en las votaciones al holandés del Liverpool Virgil van Dijk y al portugués de la Juventus

Van Dijk, después de liderar al Liverpool a la conquista de la última Liga de Campeones, era el gran favorito para las casas de apuestas, sobre todo después de haber sido elegido el mes pasado por la como el mejor jugador de la temporada.

Pero para los votantes (capitanes y seleccionadores nacionales, periodistas y aficionados) pareció pesar más los 36 goles que marcó Messi la pasada temporada (que llevaron al argentino a ganar la Bota de Oro por sexta vez) y el título de Liga logrado con el Barcelona.

El The Best era seguramente el único premio individual que le faltaba por ganar a Messi, aunque en 2009 había conseguido el FIFA World Player, el antecesor al galardón actual y que dejó de entregarse en 2010 cuando la FIFA y France Football se unieron para entregar el FIFA-Balón de Oro (que Messi consiguió en cuatro ocasiones, más una primera en 2009).

Desde que la instancia suprema del fútbol y la revista francesa separaron sus caminos en 2015, Cristiano Ronaldo (ausente en la gala de Milán) ganó el premio The Best en 2016 y 2017 y el croata Luka Modric el año pasado.

"Quiero agradecer a los que decidieron que este reconocimiento sea para mí", declaró Messi al recibir el trofeo por sexta vez en su carrera.

"Lo más importante para mí son los premios colectivos, pero hoy también es una noche muy especial para mí. Hoy vinieron mi mujer y dos de mis hijos. Son unos enamorados del fútbol y están muy felices de estar aquí, y es muy especial compartirlo con ellos", añadió.

Messi debería volver a disputarse con Van Dijk y Ronaldo el Balón de Oro, el galardón individual más prestigioso del mundo que entregará France Football el próximo 2 de diciembre.

Messi evitó que la gala se tiñera de rojo, el color del Liverpool, ya que su técnico Jürgen Klopp fue elegido el mejor entrenador de un equipo masculino y el brasileño Allison Becker (que también había conquistado la Copa América con Brasil) fue nombrado el mejor arquero, un premio que se entregaba por primera vez.

- Rapinoe sin sorpresas -

En categoría femenina no hubo sorpresas y el título mundial de Estados Unidos el pasado mes de julio en Francia acabó decantando la balanza: Jill Ellis fue elegida la mejor entrenadora y Megan Rapinoe recibió el The Best a la mejor futbolista.

Rapinoe, de 34 años, lideró a la selección de Estados Unidos a un tercer título mundial y acabar ese torneo como máxima goleadora.

Rapinoe, conocida por haberse convertido durante la cita mundialista en portavoz de la causa feminista y de los homosexuales y por sus ataques cruzados con el presidente estadounidense Donald Trump, fue fiel a su carácter reivindicativo: "Ha sido un año increíble para el fútbol femenino. Tenemos una gran oportunidad de ser futbolistas, triunfar en este deporte y tener un altavoz enorme para dar nuestro mensaje", dijo al recoger el premio.

"Todos los que estamos aquí tenemos este poder, así que sirvámonos de este deporte para cambiar el mundo", concluyó.

Si sorprendente podría clasificarse el premio para Messi, también llamó la atención que tres jugadores del Real Madrid (Marcelo, Sergio Ramos y Modric) fueran elegidos en el mejor equipo del año, teniendo en cuenta la catastrófica temporada del equipo blanco, en la que no ganó ningún título.

El Liverpool, por ejemplo, sólo metió a dos jugadores (Alisson y Van Dijk) en ese once pese a ganar la Liga de Campeones.

- El gesto deportivo de Bielsa -

Finalmente, el entrenador argentino Marcelo Bielsa y su equipo, el Leeds inglés, recibieron el Premio Fair Play (Juego Limpio) por el gesto que tuvieron a finales de la pasada temporada en un partido contra el Aston Villa.

Jugándose el ascenso a la (que el histórico Leeds no disputa desde 2004), el equipo de Bielsa se adelantó en el marcador con un gol anotado con un rival en el suelo. El técnico, ausente en Milán, ordenó a sus hombres que dejasen marcar al rival, al considerar poco deportivo el haber marcado aprovechando la lesión de un jugador del otro equipo.

Aquel encuentro acabó 1-1, lo que permitió ascender al Sheffield Wednesday y condenó al Leeds a jugar un play off que acabó perdiendo, por lo que se esfumó el sueño de regresar a la élite del fútbol inglés.