(EFE) Las personas que piensan que son menos activas físicamente que otras de su misma edad podrían morir más pronto que aquellos que creen que son más activos, reveló un estudio de la Universidad de Stanford.
"Nuestros hallazgos están en la misma línea de varias investigaciones que sugieren que nuestra mentalidad en este caso, las creencias acerca de cuánto ejercicio estamos haciendo en relación con otros puede jugar un papel crucial en nuestra salud", dijo Alia Crum, una de las investigadoras de la universidad.
Para el estudio, las investigadoras analizaron 60,000 encuestas hechas a adultos estadounidenses en las que se les preguntó sobre la actividad física, la salud y sus antecedentes personales desde hace más de dos décadas.
No obstante, la investigación se enfocó en las respuestas a la pregunta esencial: ¿dirías que eres físicamente más activo, menos activo o tan activo como otras personas de tu edad?
Luego, a partir de las respuestas, los registros de la condición física y los registros de muerte de los participantes se pudo determinar que las personas que creían que eran menos activas que otras tenían hasta un 71% de riesgo de morir que aquellos que pensaban que eran más activos físicamente.
Crum aseguró que la forma de pensar y las percepciones tienen efectos poderosos sobre la salud de las personas y agregó que la percepción sobre alguna cosa puede afectar la motivación positiva o negativamente.
La investigadora ya había trabajado sobre este tema en el 2007 donde logró que empleados de un hotel entendieran qué parte del ejercicio que hacían en su lugar de trabajo cumplía con los niveles de actividad física que necesitaban al día.
Los empleados que participaron en este cambio de forma de pensar experimentaron reducciones en el peso, grasa corporal y presión arterial, entre otros resultados positivos, según destacó la propia investigadora.
"Los efectos placebo son muy robustos en la medicina. Es lógico esperar que desempeñen un papel en la formación de los beneficios de la salud del comportamiento, así", explicó.
Crum y su compañera de investigación Octavia Zahrtenfatizan advierten que el estudio es de naturaleza correlacional y, por tanto, no prueba que las percepciones de inactividad vayan a causar una muerte.
Pero por otro lado, sugieren que estas percepciones podrían tomarse como causales.