Paulo Pantigoso, de EY. Lazos laborales. El ejecutivo, que estima que la compañía que lidera cuenta con más de 2,500 clientes, recalca la importancia de tener una relación de confianza con los mismos. (Foto: USI)
Paulo Pantigoso, de EY. Lazos laborales. El ejecutivo, que estima que la compañía que lidera cuenta con más de 2,500 clientes, recalca la importancia de tener una relación de confianza con los mismos. (Foto: USI)

Las vacaciones de Paulo Pantigoso, CEO de EY en el Perú, son casi siempre a medio año. En el verano, cuando la mayoría de sus amigos descansa, cuando su hijo pequeño no va al colegio, está a cargo del cierre contable de miles de compañías y del pago de impuestos.

“Hay más de 200,000 contadores, financieros, economistas, abogados y directores que se pelean asientos de avión para venir al Perú, sesionar y aprobar los estados financieros, en esta tarea”, señala desde su oficina.

- Alguien podría decir que, siendo el jefe, ¿por qué no delega y se va de vacaciones?
No siempre se puede y esta idea acaba siendo casi siempre un mito.

- ¿Por qué un mito?
Porque es posible derivar decisiones, pero para resolver momentos en que se necesita destrabar decisiones, e incluso consejos, se requiere la mano de la experiencia.

- ¿Por qué decidió estudiar contabilidad y administración?
Porque encontraba mucho vínculo entre los temas que se veían en números y las decisiones que los provocaban. Era una cosa extraña, porque yo venía de una familia de artistas. Es más, hubo un tiempo en que fui DJ.

-¿Cuándo fue DJ?
Entre los 16 y los 18. Eran los ochenta y había toque de queda. Había fiestas en las casas. Ponía música y luces. Tenía dos socios más. De alguna manera este fue mi primer negocio y mi primer trabajo.

-¿Sigue escuchando música?
En el auto, pero en el trabajo no. Hay mucho detalle no solo en los números, sino en las letras de contratos o acuerdos que debemos de revisar. En mi cumpleaños, hay música y soy yo el que arma las mezclas, pero todo es muy ecléctico.

- ¿Colecciona música?
Yo pasé del cassette al CD, cuando cada uno costaba US$ 25. Tengo muchos de aquella época. Lo que vendí fueron mis vinilos.

- ¿Cómo no aburrirse con la rutina constante?
Uno intenta siempre divertirse. A mí me gusta administrar a través de proyectos, me gusta ver qué no hemos hecho antes y resolverlo en grupos de trabajos.

- ¿También se enoja en la oficina? ¿Qué le molesta?
Me incomoda mucho la mediocridad. Soy muy exigente. Me gusta formar al personal.

- ¿Recorre la oficina?, ¿se fija en lo que está haciendo el personal?
Me gusta mucho acompañar los procesos sin hacerme sentir. No dejo de tener interés por estar atento, pero no invadir con una presencia física. Pregunto para saber cómo van los temas y hago observaciones. No quiero estar ni tan cerca ni tan lejos.

- ¿No habría espacio para la creatividad si se involucra en todo?
Mato al personal, y además en ese error yo me privaría de aprender de los otros.

- Tiene mucha relación con los clientes…
Todo el tiempo tenemos más de 2,500 clientes. El poder tener unas líneas base de lo que es común permite que podamos interactuar. La actividad que desarrollo nos obliga a salir mucho a la calle

- ¿Se puede hacer amigo de los clientes?
¿Un auditor podría ser amigos de sus clientes? Cómo no, no imagino otro escenario. No somos policías. Se trata de una relación de confianza, nosotros no podemos adivinar, porque no tenemos margen de error.

HOJA DE VIDA
Nombre:
Paulo Pantigoso.
Cargo: Managing partner de EY Perú.
Estudios: Graduado de la Universidad del Pacífico (Lima) con el título de Licenciado en Contabilidad. MBA Internacional en Adolfo Ibáñez School of Management.