Maria Cramér, embajadora de Suecia en el Perú, afirma que tiene un interés genuino por las culturas latinoamericanas desde que estaba en secundaria. Eso la motivó a estudiar español para ampliar sus conocimientos. “En Suecia había muchos refugiados latinos y sabía algo sobre sus países. Luego me enganché más cuando llegué a Sevilla para aprender más español”, recuerda.
¿Así que llegó a la diplomacia o la vida la llevó a esta carrera de otra forma?
Lo segundo. Siempre tuve un interés por conocer el mundo, pero quería hacer entrevistas o ser reportera. Pero también me interesaban temas sociales y cómo se gestionan las políticas públicas.
¿Qué sucede luego?
Conocí a un chico que consiguió una pasantía en Perú. Ahí empecé a pensar en cuánto me gustaría trabajar para mi país en el exterior. Comencé a solicitar pasantías y conseguí un puesto en la Embajada de Nicaragua. Tenía 24 años.
¿Qué características debe tener un diplomático?
Creo que hay que tener un interés muy profundo por otras culturas y por comprender acontecimientos o políticas. Hay que tener respeto por otras personas y por lo que dice la contraparte. También un interés genuino por tender puentes y buscar soluciones para el bienestar de la gente.
¿Qué sabía del Perú antes de venir como embajadora?
Tuve que estudiar sobre el Perú. Pero antes de empezar a leer, tenía un conocimiento muy general. Estuve antes en México y tenía la sensación de que hay aspectos parecidos en la herencia precolonial.
¿Qué tan complicado es el tema de las mudanzas para usted y su familia?
Creo que conforme crecen los hijos, se hace más difícil mudarse. El otro día mi hijo me dijo que ama al Perú. A veces a uno le rompe el corazón tener que trasladarlos a otro lugar, pero también creo que es algo que los hace seres humanos con mayor comprensión.
Cuando no está al frente de la embajada, ¿qué disfruta hacer?
Me encanta ver el mar. Mis hijos hacen surf, así que los fines de semana estoy en la playa viendo cómo aprenden.
¿No se anima a aprender también?
He probado una vez, pero no tuve mucho éxito.
¿Qué más disfruta hacer?
Me encanta viajar. No veo la hora de conocer más el Perú. Me gusta tener encuentros con personas que te enriquecen sobre la situación del país.
¿En esos casos, cuándo conoce gente prefiere hacerlo de forma anónima o como embajadora?
La verdad es que prefiero hacerlo de forma anónima. No es que vaya engañando a la gente, pero no siempre hace falta decir que soy embajadora en un encuentro casual.
Y si le preguntan sobre su país, ¿qué dice usted?
Mucha gente piensa en Suecia y dice: “Ay, qué frío”. Pero es mucho más que eso. Hay naturaleza y ciudades muy modernas, donde la gente valora mucho el aspecto de que sea una ciudad vivible, como el tema de las bicicletas. Además, tiene museos de buen nivel, la cultura vikinga y el grupo ABBA.
Tengo entendido que usted usa bicicleta para moverse en Lima…
Tengo la ventaja de vivir en un barrio donde se puede. A veces hay situaciones que son peligrosas, pero con responsabilidad se puede ir bien en estas zonas.
Eventos. Cramér sostiene que los 4 valores de la embajada sueca en el Perú son la sostenibilidad, innovación, igualdad de género y la transparencia. “Constantemente hacemos seminarios y webinars, como el que tuvimos hace poco sobre mujeres en minería para intentar fomentar el interés de mujeres estudiantes por estudiar carreras STEM”, dice.