Redacción Gestión

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Quieren sentirse útiles y poner su marca personal en la actividad que desarrollan. La cuestión es si las organizaciones están obligadas a procurar esta . Y qué consecuencias tendrá no hacerlo.

La búsqueda de la felicidad profesional es tarea de cada profesional… Pero también de las compañías en las que trabajamos. Estas deben cuidar ciertos aspectos y tienen la obligación de facilitar los medios para que sus empleados puedan desarrollar su potencial.

En todo caso, aquellas empresas que sean capaces de detectar los primeros síntomas de desenganche en deberían actuar para recuperar la ilusión de aquellos que consideran los mejores (si es que saben identificarlos) y conseguir que sientan orgullo de pertenencia.

Incluso en tiempos en los que escasean los argumentos para motivar, conviene entender y satisfacer las necesidades individuales de cada uno. Hoy es muy importante atender a las personas.

Montse Ventosa, presidenta de Truthmark, cita a Dave Ulrich, profesor en la Ross School of Business de la Universidad de Michigan y autor de El por qué del trabajo, para referirse al hecho de que "para motivar a un equipo hay que darle sentido a lo que hace".

Ventosa se refiere asimismo a un estudio sobre la motivación de los empleados españoles realizado por Truthmark que expone las cinco razones por las que la gente abandona un trabajo.

A saber: la búsqueda de un mejor proyecto del que formar parte y con más responsabilidades (41%), el ambiente y la calidad de vida profesional (35%), la flexibilidad, el equilibrio entre vida personal y profesional (11%), la estabilidad (6%), o más sueldo (4%).

Para la experta, "la retribución es un básico y un factor higiénico, un mínimo que hay que cumplir pero no es nada nuevo que motive. Parece más importante ser parte de un proyecto, sentirse parte de algo más grande que uno mismo, el sentimiento de pertenencia".

El valor para los profesionales clave no está sólo en el dinero, sino en los hechos concretos que demuestran la capacidad de una empresa y sus directivos para lograr que estos empleados se sientan respetados y apreciados.

Por ello, temas como la calidad de trato y de dirección, un buen clima laboral, sentirse parte de un equipo o propiciar la conciliación de la vida personal y profesional, no son sólo un discurso social, sino una verdadera herramienta de gestión.

Jesús Vega, experto en recursos humanos, explica que "las empresas tradicionales les dicen a los millennials: 'ven a trabajar aquí, te ofrezco un sueldo, tendrás seguridad… Pero trabajarás como hace 30 años'".

Para Vega, los nuevos profesionales prefieren empresas más pequeñas o propias a pesar de que pueden ganar menos dinero, porque la retribución y el estatus no les importa tanto.

Nueva mentalidad de las organizacionesVega insiste en que "esto es todo lo contrario a basadas en las relaciones de poder. El talento a cambio de jornadas de 16 horas equivale a problemas para contratar a los más capaces.

Hay empresas que entienden que el mundo ha cambiado, como Google, que ofrece 20% del tiempo libre a sus trabajadores para que desarrollen proyectos personales. De esta forma se consiguen empresarios y profesionales al mismo tiempo".

Diario La República de ColombiaRed Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)