Redacción Gestión

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Nos han repetido que un alto nivel de seguridad sobre sí mismo hace el camino hacia el éxito profesional más fácil. Tomas Chamorro-Premuzic, catedrático de Psicología Comercial en University College London, se ha propuesto romper con este cliché en una .

"Después de varios años de investigación y consultoría sobre talento, he llegado a la conclusión de que la inseguridad solamente es útil cuando es baja. Claro, la confianza extremadamente baja no ayuda en lo absoluto: inhibe el desempeño al producir miedo, preocupaciones y estrés", indicó el especialista.

La clave para balancear metas de manera que sean realistas y alcanzables se encuentra en un nivel de confianza que es lo suficientemente bajo como para aterrizar a cualquiera en su contexto particular. "¿Es esto un problema?", cuestionó Chamorro-Premuzic, "no todos pueden ser el CEO de Coca Cola o el siguiente Steve Jobs".

El catedrático dio tres razones principales por las que una persona tendría mejores oportunidades de ser exitosos con un nivel de seguridad medio en lugar de uno alto:

1. La baja confianza en sí mismo permite prestar atención al feedback negativo y ser autocrítico. La mayoría de personas, al quedar atrapadas en sus sesgos optimistas, tienden a escuchar críticas positivas e ignorar las negativas. Aunque esto puede ayudarles a parecer muy seguros ante los demás, en cualquier área de competencia (educación, negocios, arte, etc.), los logros resultan de un 10% de desempeño y un 90% de preparación. En consecuencia, mientras uno es más consciente de sus debilidades, podrá prepararse más para superarlas.

2. Un nivel de confianza bajo puede motivarlo a trabajar más duro y prepararse mejor. Si se ha tomado en serio sus metas, tendrá más incentivos para esforzarse en su trabajo cuando se sienta inseguro de sus habilidades. De hecho, una baja confianza en sí mismo solo se convierte un desmotivador cuando no se toma sus objetivos en serio.

3. Poca confianza en sí mismo reduce las posibilidades de parecer arrogante o ingenuo. Aunque vivimos en un mundo que adora a quienes se adoran a sí mismos, las consecuencias de la arrogancia están fuera de debate. Según la encuestadora Gallup, más del 60% de empleados odia o no les gusta su trabajo, y la razón más común es que tienen jefes narcisistas. "En realidad, la gente con un nivel de seguridad menor está más predispuestas a admitir sus errores —en lugar de culpar a otros— y raramente se lleva el crédito del trabajo de otros", dijo Chamorro-Premuzic.

En conclusión, si uno se ha propuesto alcanzar ciertas metas, la baja confianza en sí mismo puede convertirse en su gran aliado para hacerlas realidad. "Le motivará a esforzarse más, ayudará a superar sus limitaciones y evitará que sea un patán, ingenuo o ambos", señaló el consultor. Es hora de romper el mito: un alto nivel de confianza en sí mismo no es una bendición, como tampoco es una maldición el sentirse un poco inseguro, de hecho, sucede lo contrario.