Luiz Tonisi asumió el cargo de presidente de Qualcomm Latinoamérica en enero. El ingeniero brasileño con especialización en telecomunicaciones venía de una carrera en empresas como Nokia y Alcatel. A pesar de los años de experiencia que tiene como líder, cuenta -con acento portugués- que nunca se termina de aprender. Y para él, la paciencia es la debilidad en la que aún trabaja.
¿Qué tan retador fue asumir un cargo de liderazgo regional en medio de la pandemia?
En parte es chistoso que mucha de la gente que conozco no la he visto personalmente. Solo la conozco por video. Es ‘challenge’ (un reto) no poder hacer reuniones ‘face to face’ (cara a cara). Pero ha funcionado bien, no por mí sino por la madurez de la empresa, de la gente que trabaja en ella y los procesos que tiene bastante bien escritos.
Hace poco perdimos comunicación en algunas redes sociales, ¿fue para usted un día de locos?
Hacía un tiempo que no tenía un día como aquel (ríe). Fue un día para pensar. A pesar de ser esta una empresa de conectividad, hay momentos de la vida en los que hay que desconectarse.
¿Hubo preocupación por su impacto en el negocio?
Habíamos lanzado una campaña y no tener Instagram fue no poder comunicarnos con los consumidores. Además, para muchos trabajos fue un día perdido sin WhatsApp.
¿Personalmente qué tanto podría vivir sin sus redes sociales?
Los humanos vivimos de información. Eso es lo que vale más, incluso que el dinero. Y la forma de tenerla rápida es estar conectado. Estar conectado ya no es una opción, sino una regla.
¿Qué hace para desconectarse en sus tiempos libres?
Tengo algunos hobbies. Estar con mi familia, a pesar de que eso es una obligación también. Me gusta mucho manejar karts y acelerar.
¿Ha hecho rutas fuera de Brasil?
Sí, en España y Argentina. Algunas carreras las hago aquí porque son más convenientes al estar más cerca.
¿Desde cuándo es amante de los carros?
Desde niño. Para mí los juguetes van creciendo. Son proporcionales a la edad. Pero empecé un poco tarde por varias cuestiones, entre ellas la económica. Arranqué cuando tenía 30, hace 14 años.
Y así como le gusta acelerar en las pistas, ¿también lo hace en los negocios o ahí es más calmado?
La velocidad es importante, pero creo que debe caminar junto al control. Si no, no llegas a ningún lado. Cuando estás en una carrera, lo más importante no es el punto de aceleración, sino el de frenaje.
¿Qué diría que le hace falta mejorar?
La paciencia es mi mayor problema.
¿Es una debilidad que ha podido trabajar en el tiempo?
Sí, con la madurez y los años. El tiempo es el rey de muchas cosas, vamos aprendiendo día a día con la familia y mirando los resultados. Ser paciente más que un ejercicio mental, es uno de experiencias.