Unión. Una vez al mes, Lucha Fuentes aún se reúne con sus excompañeras de la selección de vóley. (Foto: Piko Tamashiro)
Unión. Una vez al mes, Lucha Fuentes aún se reúne con sus excompañeras de la selección de vóley. (Foto: Piko Tamashiro)

La campeona sudamericana y subcampeona panamericana de vóleibol Luisa Fuentes está alejada de las canchas hace años. Sin embargo, el cariño de los peruanos que la vieron jugar entre 1967 y 1979 sigue intacto. Se evidenció en la ceremonia de inauguración de los Juegos Panamericanos, donde llevó la antorcha. A pocos días de su cumpleaños número 65, Lucha Fuentes conversa con Gestión sobre sus días en el, la vigencia de su imagen y su opinión sobre la relación entre el deporte y la política.

Se alista también un documental sobre su vida...

No lo podía creer porque hace tanto tiempo que estoy fuera del vóley. Y que se acuerden de mí me hace muy feliz. Sigo emocionada por haber estado en los Juegos Panamericanos.

¿Por qué se retiró a temprana edad del vóley?

Siempre pensé en hacerlo siendo jugadora titular. Que la gente nunca me recuerde en la banca, gorda o hablando mal de mí. A los 30 ya eres viejo en el deporte.

Luego disfrutó su etapa como profesora...

He descubierto a varias chicas y ahora son grandes jugadoras. Algunas están en el extranjero. Estuve 15 años como profesora, pero ya dejé todo y ahora me dedico a mis hijos y nietos.

¿Cómo es un buen entrenador?

Como Akira Kato. Era muy disciplinado. Se preocupaba por nosotras dentro y fuera de la cancha. Seguro que me veía buenas condiciones, por eso me hacía entrenar más que a las demás.

¿Recuerda cuál fue su mejor partido?

En mi primer campeonato sudamericano fui la mejor jugadora. ¿Y qué recibí de regalo? Un par de zapatillas. Es el mejor regalo que he tenido (ríe).

¿Por qué cambió el atletismo por el vóleibol?

Porque se trataba de entrenar y ganar solo. No me gusta la soledad. En el vóley todos tenemos que poner un granito de arena para mejorar. Me gusta más andar en grupo y soy muy amiguera (risas).

Su hija Romina se dedicó al vóley...

Sí, estuvo en menores, juveniles y mayores, pero no le gustó. Yo quería que ella sea una gran voleibolista, pero siempre me decía: “mamá, me has dejado la valla muy alta. No puedo seguir haciendo lo mismo que tú”.

¿Qué opina del vóley actual?

Que no es disciplinado. Las chicas piensan mucho en cuánto van a ganar. Antes uno lo hacía por amor al arte.

¿Cómo se vivía desde adentro?

No teníamos las comodidades. Lavábamos nuestros uniformes y solo nos daban uno rojo y uno blanco. El vóleibol se llevó mi juventud, pero me dio todo lo que tengo ahora.

¿Qué hacer ahora en su tiempo libre?

Me gusta la repostería. Y a todos mis postres les pongo pecanas, como buena iqueña. Siempre regreso a Ica porque el señor de Luren me llama.

Otros deportistas han escalado a la política...

Tuve oportunidad de estar en política. Me han llamado para ser regidora, congresista e incluso ministra, pero creo que el deportista deben enseñar lo que sabe.

¿No ayudan a incentivar el deporte?

Veo que no han hecho nada por él.

¿Qué deportes disfrutas ver ahora?

Por televisión veo de todo. Me encanta el tenis y soy hincha de Federer. Veo todos sus partidos. Ahora está por retirarse, pero siempre lo hace bien.

“Los buenos deportes en el Perú son los individuales. A partir de los Panamericanos, habrá mejores condiciones de trabajo”.


En corto

La otra batalla. El comité organizador de los Juegos Panamericanos le propuso a Lucha Fuentes ser quien encienda el pebetero, pero ella misma decidió que Cecilia Tait asuma su lugar por un tema de salud. Tuvo que volver a aprender a hablar y escribir.


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