En octubre, el diplomático Louis Marcotte llegó a Lima para asumir el cargo de Embajador de Canadá para Perú y Boliva. Después de haber ocupado cargos como el de agregado comercial en Venezuela o de ser decano de la Academia Diplomática de Canadá, Marcotte llega a Lima, donde tendrá su primera vez como embajador.
¿Había visitado antes el Perú?
Sí, hace muchos años, en el tiempo en el que estuve en Venezuela vine como turista. Con mi familia fuimos a Cusco, tomamos el tren hasta Puno y luego visitamos Arequipa. He leído mucho de la historia del país y es un honor representar a Canadá aquí. No soy un especialista, pero sí soy un aficionado a las culturas latinoamericanas.
¿Cómo empezó esa afición?
Empezó cuando era niño. Mi madre estudió en los años 50 en los EE.UU. y se hizo amiga con una amiga de Latinoamérica. Después de eso, mantuvieron una correspondencia durante años. Así fue como crecí con una curiosidad por la región.
¿Y cómo nace la vocación por servir a su país?
Por los negocios. Mi padre era empresario. Por eso a mí me interesaron los negocios internacionales. Nuestro Ministerio de Asuntos Globales se encarga de la promoción del comercio, así como de las negociaciones. Además, se encarga del desarrollo internacional y de los servicios consulares. Así fue como me integré al servicio exterior en la rama de comercio.
¿Qué es lo más complicado de su trabajo?
Mi familia todavía está en Canadá. Para los diplomáticos es difícil el tema de las separaciones porque tenemos familias. Y lo es aún más para las mujeres tomar ese tipo de decisiones. Cuando me nombraron embajador, mi hijo iba a empezar el año escolar y, mi esposa, un nuevo trabajo. Por eso, hemos decidido dejar las cosas así y luego veremos cómo arreglarlo. Mientras tanto, ellos vendrán de visita y yo iré a verlos.
¿En qué cree que nos parecemos canadienses y peruanos?
Por nuestras raíces francesas, que también son latinas, compartimos con los latinos la voluntad de disfrutar las buenas cosas de la vida. Tengo muchas ganas de conocer muchos más lugares de los que ya conozco, pero más que nada, quiero conocer a los peruanos.
¿Qué lugares les falta conocer?
Colegas de la embajada me han dado algunas recomendaciones. Ya visité las huacas y me han dado una lista enorme de restaurantes, así que ya empecé con algunos.
¿Qué más disfruta hacer en su tiempo libre?
Me gusta jugar tenis y ya tengo una cita para tener un entrenador. No soy tan bueno, pero en general me gustan los deportes individuales porque me gusta competir con otro. Hace 20 años juego al tenis, pero solo por placer y por mantenerme en forma.
¿Se parece en algo en tenis a la diplomacia o con liderar equipos?
Sería presuntuoso de mi parte dar consejos sobre tenis, pero sí creo que un líder o una líder debe tener una visión clara de donde tiene que ir la organización, pero lo más importante es compartir esta visión con todos los empleados y no solo con la junta directiva. Además, un líder que se rodea de personas que son igual a él o ella, pierde una oportunidad de innovar. Cuanto más variado sea el personal, más abundarán las ideas.
¿Qué otros pasatiempos tiene?
Me gusta leer libros de historia en francés. Me encanta conocer el pasado de los pueblos, la gran historia, pero también la pequeña. Ahora quiero elegir un autor peruano para leer en español. Si usted tiene recomendaciones, me encantaría oírlas.
Ya habrá escuchado sobre nuestro Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa…
Sí, lo leí en francés, pero ahora quisiera leerlo en español.
¿Cuál fue el último libro en español que leyó?
Parecerá extraño, pero el último libro que leí fue uno de Agatha Christie. Es como de nivel adolescente y hay muchos diálogos, lo que me permite practicar y perfeccionar mi español.
HOJA DE VIDA
Nombre: Louis Marcotte
Cargo: Embajador de Canadá en Perú y Bolivia
Estudios: MA (Ciencias Políticas) en Universidad París II, 1990; y MSc (Gestión Internacional) en Universidad Laval,