Los memes que los usuarios comenzaron a intercambiar a modo de broma en Internet están adquiriendo un importante valor de mercado y empiezan a recaudar millones entre los coleccionistas.
Tomemos tres de los más conocidos: Nyan Cat, un meme que ahora la comunidad de internet considera un icono del siglo XXI, se ha vendido por casi US$ 600,000; el video de un grupo ghanés bailando mientras que cargan un féretro, por más de un US$ 1 millón, y el meme de una niña mirando con cara de traviesa con una casa en llamas tras ella, por casi US$ 500,000.
El creador de gato Nyan, Chris Torres, dice a Efe que se ha especializado en la “economía de los memes” y que ahora ayuda a que los creadores de este “nuevo renacimiento digital” consigan monetizar el arte que se ha vuelto viral en las redes.
“He podido ayudar a muchos creadores de memes a vender su arte en tóquenes no fungibles (NFT)”, cuenta el puertorriqueño asentado en Texas, que desde que vendió el GIF de su peculiar gato —con cuerpo de pastel que deja un arcoíris tras de sí— afirma haberse convertido en un experto en lo que ha bautizado como la “economía de memes o la memeconomía”.
Entre los memes a los que ha ayudado están Keyboard Cat —video que se hizo viral en 2007 de un gato vestido con una camisa tocando el piano—, Grumpy Cat —un gato con enanismo que parece estar triste y que hasta protagonizó una película con Aubrey Plaza en 2014— o Disaster Girl —meme de una niña con una casa en llamas de fondo—.
“También ayudé a Dancing Coffin, un grupo ghanés que se hizo viral en 2020 por bailar mientras llevaban un ataúd. Fue genial poder ayudarlos y la comunidad de artistas digitales de Ethereum (un tipo de criptomoneda) NFT les pudo dar valor”, cuenta.
Ese NFT “se vendió por más de US$ 1′040,000, y donaron la mitad”, apunta el artista de 36 años.
El renacimiento del arte digital
Torres describe el momento que están viviendo los artistas digitales como “un nuevo renacimiento” en el que ellos pueden conseguir monetizar su obra independientemente de si estas circulan ya por internet.
“Antes vivía en un ecosistema en el que casi le rogaba a la gente que me comprara cosas. Decía: ‘Oye, puedo dibujarte algo por US$ 20’”, anota.
Y es que la popularidad de algunos de estos memes en las subastas, en un mercado de coleccionables digitales en constante cambio, ha llevado a los inversores a reconsiderar el valor real de la obra de arte.
No solo la manera de vender arte digital ha cambiado, también ha evolucionado la cultura del meme. “Ahora los memes se pueden usar para mucho más que solo humor. Puedes usarlo como una herramienta de comunicación; por ejemplo, yo me informo de las noticias por memes, no tengo televisión”, destaca.
Nyan Cat, una reliquia
Una década en el mundo de internet es tiempo suficiente para que el gato que Torres creó el 1 de abril de 2011 en un “streaming” ahora sea considerado como “una reliquia” para los coleccionistas.
En el momento de compartir el GIF de su curioso gato en las redes recibió un centenar de correos que le preguntaban por su “loca” creación, pero un par de días después, cuando una internauta subió a YouTube su dibujo del gato con una música híper pegadiza y bautizó al animal como Nyan (en japonés, la onomatopeya “miau”), el dibujo se volvió viral.
Hoy cuenta con casi 200 millones de reproducciones y hay videos de 24 horas del dibujo del gato repetido miles y miles de veces.
Cómo monetizar la viralidad
Y pese a la viralidad, estos videos no le dieron dinero. No fue hasta 2020, cuando debido a la pandemia Torres se quedó sin trabajo como informático, cuando el artista decidió subastar un archivo del Gato Nyan.
“Lo iba a vender muy barato, el precio de salida de era de 1 Ethereum, que en ese momento era de menos de US$ 2,000. Pensé: ‘Tal vez consiga 5 o 10 Ethereum’. Pero cuando empezó la subasta recibió ofertas de inmediato. Subió a US$ 20,000 la primera hora”, recuerda emocionado Torres.
La subasta derivó en una “guerra de ofertas” y el monto subió a 300 Ethereum, casi US$ 600,000 entonces, según Torres, o US$ 535,284 al valor de la criptomoneda el viernes 3 de junio.
Desde que Torres se “unió al mundo NFT” se ha podido dedicar totalmente al arte y ha rediseñado su gato cósmico para colaboraciones con renombrados artistas como el rapero Snoop Dogg —en este caso el gato es un perro con cadenas de oro— o el DJ Steve Aok, con el gato luciendo una larga melena y audífonos.