Sólo han experimentado mercados en alza, salvo el breve tropiezo al comienzo de la pandemia, y a veces se les considera peligrosamente optimistas: estos jóvenes inversores, sin embargo, se consideran más informados que sus mayores y se dicen preparados para todo, incluso para lo peor.
Son la generación “YOLO” (You Only Live Once, “sólo se vive una vez”). Estos pequeños accionistas menores de 35 años se dieron a conocer por la saga de “meme stocks” como GameStop y AMC, que despegaron a principios de año gracias a ellos.
No vivieron la gran recesión del 2008 ni el estallido de la burbuja de internet en el año 2000.
Y la caída repentina vinculada al coronavirus, que no fue realmente una falla del mercado, dejó pocas huellas porque se digirió en tres meses.
En junio, alrededor del 72% de los inversores activos menores de 34 años encuestados por la empresa de corretaje E-Trade afirmaron estar “muy” o “extremadamente” seguros de sus decisiones de inversión.
“A lo largo de su vida adulta, el mercado ha subido”, dijo el profesor de marketing Scott Galloway al Wall Street Journal. “Si afirmas otra cosa, (para ellos) no has entendido nada”.
“Si dices que el bitcoin o Tesla están sobrevalorados”, añadió, “los trolls que utilizan cuentas anónimas salen de la nada y te caen encima”, señala Galloway.
“Todo lo que hacen parece funcionar y se creen genios”, afirma Philip Fernbach, profesor de la Universidad de Colorado especialista en la toma de decisiones financieras.
“El exceso de confianza es muy peligroso”, sostiene, “porque puede llevar a asumir demasiados riesgos”.
“La música se detendrá”
Según una encuesta de abril del sitio web MagnifyMoney, el 80% de los inversores de la “Generación Z” (nacidos a partir de finales de la década de 1990) afirman haberse endeudado para invertir.
“La gente está tratando de hacerse rica de la noche a la mañana con una apuesta de baja probabilidad, que es exactamente en lo que consiste apostar”, dijo Fernback. “Eso es una gran parte de lo que está ocurriendo aquí”.
Para Jonathan Royère, programador web de 25 años e inversor de bolsa aficionado, “los YOLOs son los que más llaman la atención, pero no son la mayoría de la gente”.
“Es como ver a una modelo de Instagram haciendo una tontería y pensar que todas las mujeres hacen lo mismo. Ese no es el caso”, manifestó.
Contradiciendo la imagen de alborotadores bursátiles que dejó de ellos la saga de GameStop, cuando los jóvenes protagonizaron una oleada de compras que parecían impulsivas y descontroladas, muchos inversores de la Gen Z son “más educados” financiera y económicamente que sus mayores -asegura el programador-, “aunque sean más irónicos en su forma de comunicarse”.
“Esta generación, que ha crecido en la era de Internet, ha encontrado la manera de investigar colectivamente” buenas inversiones “y compartir información en foros”, coincide Ryan Scribner, un YouTuber especializado en finanzas con más de 700,000 suscriptores.
También es una generación menos previsora que sus predecesores y se caracteriza por una cierta circunspección. Muchos de estos pequeños accionistas son conscientes de que se encuentran en un contexto de mercado anormal.
“Hay un entendimiento compartido de que el rendimiento de las acciones está siendo impulsado por la política de la Fed”, el banco central estadounidense -que mantiene tasas ultrabajas e inyecta dinero masivamente en la economía-, dice Evan Domingos, un estudiante de 21 años y operador bursátil ocasional.
“La generación más joven está mejor preparada para un crash que las mayores”, asegura Jonathan Royère, para quien, cuando la Fed endurezca su política monetaria, “la música se detendrá”.
Ryan Scribner ya ha organizado su portafolio para una posible caída.
Domingos también cree que su generación probablemente se adaptará a los cambios del mercado.
“No está completamente probado que los nuevos operadores serán capaces de adaptarse a los cambios del mercado”, reconoce, pero, para él, la forma como reaccionaron a la crisis entre Estados Unidos y China en el 2018 y al inicio de la pandemia “sugiere que lo harán”.