La música ha sido una expresión intrínseca de la diversidad cultural y un elemento fundamental de la identidad, del simbolismo ritual y de la interacción social entre los pueblos de Sudamérica, según un estudio de la Universidad de Zúrich (Suiza) y del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana de Jena (Alemania).
Los investigadores llegaron a esta conclusión analizando la cultura musical y los instrumentos musicales de América del Sur, dos aspectos relevantes e innovadores para estudiar y caracterizar las sociedades y reconstruir sus trayectorias y relaciones históricas.
América del Sur alberga una rica diversidad de culturas y lenguas, conformadas por diferentes escenarios demográficos y adaptadas a una variedad de ecologías y paisajes.
En este estudio, publicado en la revista Humanities and Social Sciences Communications, los autores analizaron la diversidad musical en todo el continente sudamericano haciendo una revisión de los diferentes instrumentos del registro arqueológico y del etnográfico, y centrándose en el conocimiento indígena y la historia precolonial.
Los autores revisaron una de las clasificaciones más populares los instrumentos musicales, la de von Hornbostel and Sachs, de principios del siglo XX que divide los intrumentos en idiófonos (vibración del propio instrumento, por ejemplo, un sonajero), membranófonos (vibración de una membrana, por ejemplo, un tambor), cordófonos (vibración de las cuerdas, por ejemplo, una guitarra) y aerófonos (vibración del viento, por ejemplo, una flauta).
Después, el paleontólogo de la Universidad de Zúrich y primer autor del estudio, Gabriel Aguirre-Fernández, junto con la estudiante de doctorado Anna Graff, de la Universidad de Zúrich, y un equipo de etnomusicólogos y arqueólogos radicados en Sudamérica, ampliaron y refinaron esta clasificación e incorporaron documentación recabada durante 40 años por el etnomusicólogo y coautor José Pérez de Arce, de la Universidad de Chile.
“Uno de los hallazgos de nuestra revisión sistemática es el papel prominente de los aerófonos para Sudamérica en comparación con otros continentes, particularmente en el registro arqueológico”, dice Aguirre-Fernández.
“Incluso teniendo en cuenta que no todos los materiales utilizados para fabricar instrumentos tienen las mismas posibilidades de conservarse -los materiales orgánicos como las plantas y los huesos no se conservan tan bien como los materiales inorgánicos como la piedra y la arcilla-, más de un tercio de los aerófonos de Sudamérica se encontraron exclusivamente en excavaciones arqueológicas, sin que haya constancia de su uso en el registro etnográfico más reciente”, explica Graff.
Esto sugiere que muchos tipos de instrumentos se extinguieron y ya no forman parte del repertorio musical de las poblaciones indígenas: “Es probable que la influencia de los colonizadores europeos, que alteraron de forma masiva el repertorio cultural local, desempeñe un papel en estos sucesos de extinción”, añade Graff.
Desde el punto de vista de la evolución cultural, el hecho de compartir instrumentos puede atestiguar una trayectoria histórica compartida, según los autores.
El conocimiento en un pueblo se puede transmitir de dos maneras: vertical, en la que la información pasa de una generación a la siguiente, y horizontal, en la que la información pasa a través del contacto con compañeros u otros grupos.
La genetista de la Universidad de Zúrich y especialista en demografía y lingüística de Sudamérica, Chiara Barbieri, explica que en el estudio encontraron “grupos que hablan lenguas afines y comparten el mismo conjunto de instrumentos, y esto puede describir conexiones especialmente significativas, con una transmisión vertical estable de rasgos y materiales culturales”.
“También recuperamos conexiones este-oeste a través de la cuenca amazónica, con grupos que comparten el mismo o similar conjunto de instrumentos a grandes distancias geográficas”, unos hallazgos que, contextualizados con evidencias históricas, arqueológicas, lingüísticas y genéticas, tienen un gran potencial para revelar capítulos de la historia de Sudamérica”, concluye.