Los médicos recomiendan realizar estudios para detectar lesiones cardíacas en deportistas de alto rendimiento que se han recuperado de COVID-19 después de que un pequeño estudio revelara daño cardíaco en 1 de cada 7 deportistas universitarios, incluidos aquellos cuya enfermedad por coronavirus no había provocado síntomas evidentes.
Una resonancia magnética cardíaca realizada a 26 atletas universitarios que habían presentado una infección leve o asintomática por SARS-CoV-2 reveló que cuatro de ellos, o 15%, presentaban signos de inflamación del músculo cardíaco.
Estos pacientes con sospecha de miocarditis corresponden a hombres de cerca de 20 años y adolescentes, incluidos dos que no presentaron síntomas de COVID-19, informaron el viernes médicos de la Universidad Estatal de Ohio, en Columbus, en una carta de investigación a la Revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA, por sus siglas en inglés).
El hallazgo se suma a un conjunto cada vez mayor de evidencias de que el coronavirus causante de neumonía también puede provocar daño al corazón, así como a otros órganos. Si bien se sabe poco sobre las consecuencias cardíacas a largo plazo de este virus, la detección de complicaciones cardíacas puede identificar a aquellas personas que están en riesgo de sufrir más lesiones, señalaron los investigadores.
Ninguno de los deportistas sabía de alguna enfermedad cardíaca cuando se sometieron a las pruebas posteriores al COVID.
Aunque la mayoría de los casos de miocarditis tienen “un buen grado de recuperación”, algunos pacientes pueden sufrir cicatrices y complicaciones potencialmente graves, dijo Garry Jennings, cardiólogo y director ejecutivo de Sydney Health Partners, un grupo australiano de investigación médica. Entre los problemas a largo plazo se cuentan ritmos cardíacos anormales, insuficiencia cardíaca crónica e incluso muerte súbita.
Un estudio realizado en julio a 100 pacientes recuperados hace poco de COVID-19 en Alemania reveló que más 75% de ellos experimentó algunos problemas cardíacos, mientras que el 60% sufrió inflamación del miocardio, independientemente de cualquier condición preexistente y la gravedad de su infección por coronavirus.
El riesgo también puede extenderse a los bebés. Médicos de Ankara reportaron el mes pasado un daño directo del SARS-CoV-2 en un caso fatal de miocarditis viral en un niño sano de 2 años.
Por lo tanto, ser joven y saludable no es una razón para restar importancia al nuevo coronavirus.