Liderar pensando en las personas —sean clientes, colaboradores, proveedores o vecinos— te hace buena persona. Liderar alcanzando resultados económicos, te hace buen gerente y logra sostenibilidad económica en la empresa. Pero liderar cuidando el entorno te hace relevante, trascendente y consolida la viabilidad de la operación.
Cuando la calle está movida —y vaya que lo está— un líder empresarial con mirada consciente no puede contemplarla desde el sofá en los programas informativos y en las redes sociales, como si fueran circunstancias que afectan a otros barrios y no al suyo.
Con frecuencia consideramos que la responsabilidad social de una empresa consciente está en salvar el planeta. Mientras tanto, dejamos de ver el entorno cercano que implica huelgas y manifestaciones; problemas de salud pública que afectan al servicio a nuestros colaboradores, proveedores y clientes; conflictos políticos que suponen presencia de incertidumbre que afecta al estado emocional de quienes nos rodean; y muchas otras causas que explican “la calle movida”.
Pretender resolver los problemas de nuestro barrio, de nuestra ciudad o de nuestro país, desde el “texting” en los grupos de Whatsapp, en Twitter o en otras redes sociales, y vivir en el “hablar”, dejando para otros el “hacer” porque “para eso ya pagamos impuestos”, no es el camino.
De nosotros, como líderes empresariales, se espera más. La sociedad pide que nos comprometamos con los problemas y hagamos cosas para intentar resolverlos. Aquí es donde corresponde comprarnos un pleito. Elegir uno de los problemas sociales e involucrarnos con él como actores activistas y no como meros opinólogos de sofá.
Hoy, en casi todas las geografías nos enfrentamos a sociedades divididas y enfrentadas. Los extremos disputando tener la razón están omnipresentes. Como líderes empresariales seamos también líderes sociales. Tenemos una enorme posibilidad —simplemente con dejar de agraviar a quienes piensan diferente— de sumar a la unidad de nuestra sociedad; o, por el contrario, manteniendo el tono alto, ofensivo y agraviante en todas nuestras conversaciones, tuits, chats, y demás foros, ayudar a que la actitud beligerante sea cada vez más marcada.
Claves
- Los conflictos en la calle retroceden a una sociedad de pensar en “sostenible” a pensar en “viable”, y la incertidumbre salta a los máximos niveles.
- El líder consciente elige influir antes que dirigir.
- En los cambios sociales, convencer siempre alcanza mejores resultados que vencer.