Bloomberg.- Los incendios que están devastando el norte de California provocarán estragos en la renombrada industria vinícola de la zona que se sentirán mucho después que se extingan las últimas llamas.
Por lo menos cuatro viñedos de Napa Valley fueron destruidos o sufrieron daños importantes, y podría ser aun peor en el condado de Sonoma, al oeste.
Aunque la mayoría de las uvas de la temporada ya fueron cosechadas, los efectos del humo sobre las que quedan podrían dañarlas y tendrían que ser eliminadas, lo cual reduciría la cosecha de este año.
Los incendios descontrolados siguen ardiendo después de expandirse de forma inesperada y veloz en la región a partir de la noche del domingo. Causaron por lo menos 17 muertes y desplazaron a miles de personas en un área que alberga una próspera industria turística y algunos de los viñedos más valiosos de Estados Unidos.
Aunque es demasiado pronto para estimar la magnitud de los estragos en la industria vinícola de California, que aportó casi US$ 58,000 millones a la economía estadual el año pasado, probablemente los efectos sean duraderos.
"Probablemente una superficie importante quede fuera de servicio por un tiempo" en las regiones, dijo Phil Lynch, portavoz de Brown-Forman Corp., dueña de los viñedos Sonoma-Cutrer y vendedora del champán Korbel. "Si solo es daño causado por el humo, es una temporada. Si lo provoca el fuego, serán tres o cuatro".
Sonoma-Cutrer, famosa por sus Chardonnay, se encuentra en el condado de Sonoma, a solo cinco minutos de viaje en auto desde donde ardían algunos incendios, mientras que Korbel, el fabricante de champán, queda más lejos. Brown-Forman no podrá evaluar las propiedades hasta que las llamas estén bajo control, dijo Lynch.
Desastres
Otros vinicultores están esperando para ver la extensión de los daños. Hay más de 1.000 bodegas en Napa y Sonoma, según Gladys Horiuchi, portavoz del Wine Institute of California. Las zonas producen las uvas más exclusivas del estado, que produce el 85 por ciento de los vinos estadounidenses.
Los incendios son el segundo desastre natural en la zona en tres años. En 2014, el área fue sacudida por un terremoto de magnitud 6,0 que provocó por lo menos US$500 millones en daños económicos, según el Servicio Geológico de EE.UU. Además de la destrucción de las bodegas, este nuevo desastre implica una pérdida de ingresos para todas las partes de la industria que atiende a los turistas del vino.
Dan Sumner, un economista agrario de la Universidad de California en Davis, dijo que los consumidores que compran vinos de US$60 o más podrían ver aumentos de precios debido al volumen reducido de algunas cosechas.
"Van a pasar de ser vinos que uno no puede permitirse a vinos que realmente uno no puede permitirse en absoluto", dijo él.
El martes amainaron los vientos, lo que facilita el combate a las llamas. Con todo, las iniciativas para apagar los incendios están lejos de terminar, dijo Jonathan Cox, portavoz de Cal Fire, el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios del estado.
"En algún momento esto pasará a ser una iniciativa de recuperación", dijo Cox. "Llevará meses, si no años, levantar la infraestructura y reconstruir, especialmente en estas ciudades duramente afectadas".