Gladys Tejeda recita con cierta fe que las cosas pasan por algo. “Estaba muy atrasada. Faltando apenas cinco meses había conseguido la marca para clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio. Es muy poco para prepararme bien y buscar competencias que me ayuden a medir mi nivel”, explica la atleta que obtuvo medalla de oro en Lima 2019. Aunque reconoce que será un año complicado, pide “no bajar la guardia porque el próximo vendrán nuevas oportunidades”.
Su historia resume la importancia del esfuerzo para tener éxito...
Soy una persona con bastante fe. Y también desde pequeña me obligaba a ganar. Me gusta hacer las cosas bien por más que sean pequeñas. Esos detalles son los que te van a llevar lejos, eso es disciplina.
Se ha dedicado a tiempo completo al deporte. ¿Es esta su única fuente de ingresos?
Por el tiempo que demanda entrenar, dejé mis estudios de educación. Quiero seguir preparándome, pero por ahora no tengo otra empresa en la que pueda apostar más que en el deporte. Este me ha dado una casa propia, algo que tal vez con mi profesión habría sido muy complicado.
¿Se viene un año complicado en la búsqueda de nuevos sponsors?
Se han perdido los Juegos Olímpicos, un evento en el cual pudimos haber generado auspicios. Es un año difícil para los deportistas, más aún si queremos ganar una medalla o estar en el top 10. Para prepararse al 100% se necesitará un mayor presupuesto.
¿Cómo calificaría el rol del Estado en la preparación de deportistas?
Veo a la Federación de Atletismo y al Instituto Peruano del Deporte más involucrados. Pero aún hay dificultades. En Sudamérica debes ser muy reconocido para que te presten atención y recibir apoyo. Eso no debe pasar. Otros países apoyan a sus deportistas desde la escuela.
¿Las consecuencias de no contar con ese apoyo se reflejan ahora?
Sí. Y el trabajo coordinado con los auspiciadores es un aliciente, una garantía que da tranquilidad para concentrarte en tus objetivos sin estar preocupado por contar con vitaminas o financiar un viaje.
Tranquilidad que ha sido vulnerada...
Me afectó y también a otros deportistas porque muchos contratos se han cancelado y algunas otras propuestas retrocedieron. Las empresas también están pasando por momentos difíciles. Sus ojos ya no están en los deportistas.
¿Cómo han respondido sus sponsors?
Estoy agradecida con ellos. Ahora tienen un rol diferente y nos han incluido en sus nuevas campañas de comunicación.
¿Cómo cambió su entrenamiento durante estos meses?
No ha sido fácil para un maratonista porque todos los días hay que correr varios kilómetros y el trabajo de gimnasio es casi un 40%. Fui al campo a correr como cuando era pequeña y ayudaba a mis papás.
¿Cuánto tiempo le tomará volver a tener un rendimiento al 100%?
No creo que tanto. He tomado todos estos meses con pinzas. Tuve que disciplinarme sobre todo en la nutrición. Eso fue lo más complicado, por la ansiedad, pero lo hice bien, mantuve mi peso.
¿Cómo asumió la pandemia emocionalmente?
Tuve que tomarlo con calma. Traté de ser fuerte y asumir que esta pandemia iba a tardar mucho tiempo, como una maratón que es muy larga y en la que debo luchar metro a metro. Pensé que si soporto correr todo eso, no puedo dejarme afectar por este problema.
¿En algún momento perdió el control?
Los quince primeros días fueron muy chocantes y por momentos me decaía. Pero mis entrenadores me dan la seguridad para hacerme dar cuenta de que soy muy fuerte mentalmente a diferencia de muchos deportistas.
EN CORTO
- Futuro. Tejeda calcula que se dedicará a su carrera como deportista los próximos cuatro o cinco años. Luego de eso, buscará crear una escuela de atletismo para chicos de 12 a 17 años. “Hay mucho talento en Junín que, por el estilo de vida y la economía, no puede desarrollarse. Me encantaría apoyar”, señala.