El último fin de semana, los días 7, 8, y 9 de octubre, se realizó en nuestro país el Open de Para Atletismo Lima 2022, organizado por la Asociación Nacional Paralímpica del Perú (ANPPERÚ). Para la delegación peruana el evento culminó con éxito, con un total de 16 medallas obtenidas (7 de oro, 5 de plata, 4 de bronce).
Cada paradeportista vive una realidad distinta en cuanto a preparación, presupuestos y auspiciadores. Gestión pudo conversar con tres medallistas para conocer qué oportunidades y desafíos tienen estos representantes del Perú en su camino.
Carlos Felipa
Carlos Felipa Córdova, 41 años, es uno de los paratletas más influyentes y condecorados de nuestro país. En el primer Abierto de Paratletismo de Lima 2022, Felipa logró una medalla de oro en la categoría lanzamiento de bala.
Su nueva marca, de 10.97 metros, se ha convertido en el nuevo récord continental, y de esa manera ha reafirmado su cita en los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023.
“En preparación y competencias, un paratleta necesita aproximadamente US$21 mil dólares al año. En este presupuesto está incluido el tema de los pasajes para competencias (cuatro de ellos internacionales, donde participamos y podemos tener roce con atletas de otros países)”, comenta Felipa.
Para financiar esto, Felipa tiene como apoyo a la empresa privada y al sector público, dependiendo del evento deportivo en el que participe. “Este último evento en Lima ha sido solventado por las entidades públicas como El Legado y la Asociación de Paratletas, pero en eventos internacionales sí he recibido el apoyo del sector privado y también son solventados por mí”, detalla.
A la fecha, Felipa cuenta con cuatro auspiciadores, entre los que están Vivir Seguros, Procabel, Ortopedio Santa Fe y Protein Food. “Creo que a veces hay muchos paradigmas y uno de ellos es que el atleta con discapacidad va a requerir muchísimo más presupuesto o exigencias a comparación de un atleta sin discapacidad”, dice Felipa. Asimismo, sostiene que a veces las empresas tienen miedo de apoyar a este tipo de deportistas porque asocian la discapacidad con algún riesgo.
Kenny Pacheco
Es considerado como la joven promesa del deporte paralímpico peruano y uno de los atletas con mayor proyección. Kenny Pacheco logró dos medallas de oro para el Perú en la categoría de lanzamiento de bala y disco en el evento del último fin de semana.
Según Pacheco, para que un atleta pueda conservarse dentro de un estándar de buena calidad deportiva, requiere una inversión anual de entre US$12 mil a US$18 mil. “Este presupuesto, además de ser utilizado para competencias, también es usado para suplementación alimenticia, terapias físicas para rehabilitar alguna lesión, conservación y mantenimiento de los equipamientos deportivos personales, entre otros varios gastos alternos”, detalla el paradeportista.
De acuerdo con Pacheco, un 80% de su presupuesto es cubierto por la empresa privada (Vivir Seguros, que es su único auspiciador hasta ahora). Por eso, el paratleta anima a más marcas a vincularse con estos deportes. “Cada uno de nosotros estamos trabajando en ello y luchamos contra muchas adversidades. La perseverancia y la grandeza de espíritu son valores que un auspiciador podría encontrar al asociarse con un paradeportista”, señala.
Milagros Luyo
El caso de Milagros Luyo es distinto a los anteriores. A pesar de que ha ganado dos medallas de oro en disco y lanzamiento de bala, la paratleta de 19 años aún no logra conseguir un auspicio que la ayude a seguir creciendo en su carrera.
Por ahora, el presupuesto de Milagros para poder competir solo es cubierto por lo que le brinda el Legado y la Asociación de Paratletas. “Considero que es muy complejo y muy difícil conseguir uno por la misma discapacidad que tenemos varios de nosotros”, dice Luyo.
Ella considera que las marcas se verían beneficiadas con valores como patriotismo, disciplina y mucho esfuerzo si deciden vincularse a un paratleta.