Redacción Gestión

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Cronista Comercial de ArgentinaRed Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)

México ha atraído inversiones para la producción de autos de alta gama, lo mismo de las empresas alemanas BMW, Volkswagen (Audi) y Daimler (Mercedes-Benz), que de la japonesa Nissan (Infiniti) y la estadounidense Ford (Lincoln MKZ).

“La proveeduría nacional e internacional para fabricar vehículos prémium conlleva múltiples retos como altos estándares de tecnología, eficiencia, diseño y seguridad, y deberá de convencer que se puede suministrar calidad desde México”, dijo Alma Martínez, analista de BBVA Bancomer.

En un reporte, ProMéxico afirmó que el país jugará un rol importante en las exportaciones de vehículos de lujo hacia mercados emergentes o maduros, como los modelos que actualmente se fabrican o se fabricarán.

Para la industria automotriz mexicana esta historia de éxito comenzó en el 2012, cuando Volkswagen dio a conocer sus planes para construir una planta de Audi en San José Chiapa, Puebla, donde producirá el modelo Q5 comenzando en el 2016.

En ese mismo año Ford anunció una inversión por US$ 1,300 millones para ampliar la producción de los modelos Fusion y Lincoln MKZ en la planta de Hermosillo, Sonora.

En particular, ProMéxico planteó que la decisión tomada por Audi benefició a México, porque apuntó al reconocimiento de calidad de la manufactura mexicana, así como a la creación de empleos con una mayor remuneración. BBVA Bancomer agregó que no son únicamente los menores costos laborales los que están aumentando la producción en México, sino también la proximidad a Estados Unidos y la cadena de suministro que han desarrollado ambos países, además de los tratados comerciales.

Se espera que BMW anuncie oficialmente en julio que construirá su primera planta de ensamblaje en México, con una producción inicial de al menos 150.000 unidades y una inversión de alrededor de US$ 1,000 millones.

En marzo, BMW dijo que elevará la capacidad anual de producción en su fábrica en Spartanburg, Carolina del Sur, a 450,000 vehículos para el 2016, en una medida que reduce su dependencia manufacturera de los frágiles mercados europeos.

En general, también las otras dos compañías alemanas armadoras de autos de lujo, Volkswagen y Daimler, han implementado estrategias para elevar su producción fuera de Europa.

Enrique de la Madrid, director general de Bancomext, planteó que la llegada de nuevas plantas automotrices a México tendrá como resultado no sólo un aumento de la producción de autopartes, sino también un incremento en el contenido nacional de los vehículos armados en el país.

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