Tradewifes y tensiones modernas en “¡Casa, llegué a cariño!”: ¿Se puede idealizar el pasado?

Escrita por la dramaturga británica Laura Wade, la obra sigue la historia de Judy (interpretada por Karina Jordán), una ama de casa que recrea el estilo de vida de los años 50, dedicado exclusivamente a su esposo Johnny (Sebastián Rubio). Sin embargo, este intento de llevar una vida perfecta como en el pasado comienza a mostrar grietas que amenazan la relación y el equilibrio de ambos.

“La materialización de la fantasía de Judy nos muestra la imposibilidad de vivir fuera de nuestro tiempo y cómo la nostalgia nos hace idealizar épocas que estuvieron muy lejos de ser perfectas. Cómo vivir añorando el pasado nos impide disfrutar el presente y menos aún afrontarlo”, comenta Biffi.

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El efecto TikTok

Últimamente, redes sociales como TikTok o Instagram ha mostrado una creciente tendencia de ‘tradwifes’, que muestra a mujeres perfectamente maquilladas y con vestidos elegantes, haciendo todas las labores de la casa de forma impecable. La estética y el ideal femenino de los años 50 grabado a través de un celular y difundido a través del internet. Precisamente, el personaje de Judy representa esta fijación con el pasado, donde ve dicha década como un refugio seguro en un mundo que considera complejo y caótico. Sin embargo, Biffi señala que ese refugio no es sostenible.

“Judy no es consciente de cómo ese deseo de vivir en un lugar seguro la va alejando de su pareja, de su familia, y la coloca en una posición aislada. Judy, la protagonista de la obra, ha creado una fantasía donde vivir en los años 50 es lo ideal, sin embargo, a lo largo de la obra, tendrá que enfrentar sus creencias a la realidad. Los conflictos entre la búsqueda de una vida “perfecta” y las presiones de la realidad contemporánea resuenan con las audiencias actuales”, añade.

Así, la obra desarrolla reflexiones en torno a la división del trabajo por género y la desilusión frente a un mundo que nos promete satisfacciones laborales, pero muchas veces solo nos deja el sabor de la injusticia y cansancio. Además, se muestran situaciones cotidianas de los conflictos de pareja como la honestidad, la frustración, la diferencia de pareceres y el cambio a través de los años.

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Un elenco que promete emociones

Además de Karina Jordán y Sebastián Rubio, el elenco cuenta con Milena Alva, Tommy Párraga, Lilian Schiappa-Pietra y Vanessa Zeuner. Las interacciones entre Judy y su madre (Milena Alva) ofrecen algunos de los momentos más profundos de la obra teatral, con diálogos que invitan a la reflexión sobre el papel de la mujer en la sociedad y las expectativas de cumplir con ciertos roles.

Si bien la obra puede ser vista como una crítica a la sociedad patriarcal, también explora el cansancio que muchas personas, y especialmente las mujeres, sienten al intentar cumplir con todas las expectativas de la vida moderna.

“En la obra vemos que Judy ha tomado una decisión haciendo uso de su libertad a elegir; sin embargo, la obra también nos muestra las razones detrás de esa decisión: cuál es el contexto de su vida familiar y laboral, qué es lo que ha vivido en estos espacios que finalmente la han llevado a elegir ese estilo de vida. La obra finalmente nos deja cuestionamientos sobre las decisiones que tomamos y cómo afectan nuestra vida con relación a los otros, también nos hace pensar en los roles de género desde una historia particular, pero al mismo tiempo cercana”, concluye.

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SOBRE EL AUTOR

Xenia Martinez

Periodista curiosa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con experiencia en coberturas políticas, sociales y de economía para diversas plataformas (web, radio y televisión). Actualmente, en cubro los sectores inmobiliarios, retail, startups, tecnología, gastronomía y managment en la secciones Negocios y Estilos, del diario Gestión.