Restaurante francés sirve la comida del futuro: insectos

El menú de degustación de Laurent Veyet no es para los débiles, pero podría mostrar el futuro de la alimentación ante el crecimiento de la población mundial: ensalada de langostinos con gusanos, insectos crujientes sobre vegetales y saltamontes bañados en chocolate son algunas de sus opciones.

Mientras el sol bañaba las terrazas exteriores del restaurante de París, los adornados platos de Veyet recibían aprobación y susurros de satisfacción de parte de su aventurera clientela.

“Es el plato ideal para los primerizos”, dijo el chef parisino, mientras preparaba un plato de pasta hecha con harina de gusanos, papas dulces y larvas de insectos salteadas. “Hay algunos sabores realmente interesantes. No mucha gente podría decir que no le gusta esto”.

La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) consideró en enero los gusanos aptos para el consumo humano y en mayo aprobó su venta en el mercado. La agencia registró más de una docena de otras solicitudes para productos alimenticios basados en insectos, que incluyen grillos y saltamontes.

Los gusanos, y los insectos en general, podrían ofrecer una fuente de alimentos sostenible y de baja emisión de carbono para el futuro.

Soheil Ayari dio su aprobación mientras cenaba con sus dos hijas: “Siento que estoy en un restaurante tradicional excepto porque lo que estoy comiendo es diferente. Y, honestamente, los sabores son muy similares (a la comida regular)”.

La hija menor de Ayari también fue positiva: “Es amigable con el ambiente y, además, es buena”.

Veyet cría sus gusanos en el lugar, alimentándolos con copos de avena y vegetales. Aunque los gusanos podrían lucir como una larva poco apetitosa, es un hecho que la larva del tenebriónido es rica en proteína, grasa y fibra.

Como un ingrediente versátil, el gusano puede usarse entero en curries o ensaladas o molido para hacer harina para pastas, galletas o pan.

Los insectos son nutritivos”, dijo Stefan De Keersmaecker, portavoz de salud y seguridad alimenticia en la Comisión Europea. “Realmente pueden ayudarnos a cambiar a una dieta más saludable y sostenible y el sistema alimenticio”.