“Kamala (Harris) es un ejemplo fantástico para las niñas”, dijo a AFP una simpatizante afroamericana que celebraba en Nueva York el triunfo de Joe Biden.
A miles de kilómetros de allí, en la India, el primer ministro de ese país, Narendra Modi, y el líder de la oposición dejaban de lado sus diferencias para celebrar la elección de la “hija de la India”. “Su victoria es una cuestión de orgullo”, sostuvo el primero ante cámaras.
Y es que la número dos del próximo gobierno estadounidense es hija de una familia de migrantes. Su madre fue una científica que emigró de la India y su padre, un jamaiquino que daba cátedra en la Universidad de Standford.
Por ello, la senadora californiana de 55 años hizo historia el último fin de semana al convertirse en la primera mujer de raza mixta al llegar a la vicepresidencia.
Harris estudió en la Universidad Howard, uno de los más importantes e históricos centros afroestadounidenses de estudios del país. Ella lo describe como una de las experiencias más formativas de su vida.
Asimismo, es reconocida por ser una interrogadora incisiva y rigurosa desde que era fiscal y luego como senadora. De hecho, la reputación de Harris se afianzó cuando tuvo que interrogar a los nominados del presidente Trump para distintos cargos, como al del fiscal general de Estados Unidos o la de la jueza Amy Coney Barrett para la Corte Suprema, según la BBC.
Cuestión de estilo
La elección de Harris marca la vuelta de una forma de hacer política más cercana a la de los Obama (Barack y Michelle) que a la de los Trump (Donald e Ivanka). La nueva “veep” de Estados Unidos es una mujer que representa la cultura fresca y abierta de San Francisco, hizo campaña en Converse y no tiene problemas en bailar en público al ritmo de Cardi B.
En su discurso de inauguración recordó a su madre y le hizo un guiño al movimiento feminista. “Estoy pensando en las generaciones de mujeres… mujeres negras, asiáticas, blancas, latinas, nativas americanas, que a lo largo de la historia de nuestra nación han allanado el camino para llegar a este momento”, expuso.
Yo soy la ley
Harris empezó su carrera en la Oficina del Fiscal del Distrito del condado de Alameda.
Pero historia con sus nombramientos o logros no es solo algo de ahora. Harris se convirtió en fiscal de distrito -el máximo cargo en esa área- de San Francisco en 2003, justo antes de conseguir ser la primera mujer y la primera afroamericana en ganar el puesto de fiscal general de California. “Siempre he estado involucrada en romper barreras. Y romper barreras puede ser un proceso doloroso. Nunca me voy a quejar de eso, porque al final vale la pena, vale la pena en términos de lo que puedes lograr”, le dijo a The New Yorker sobre los obstáculos que enfrentó antes de ser la encargada del cumplimiento de la ley.
Su paso por la fiscalía, además, la ayudó a convertirse en senadora por California por el Partido Demócrata en 2017.
El futuro de los demócratas
Antes de ser elegida por Biden para ser su vicepresidenta, Harris fue su rival en las internas del Partido Demócrata. Incluso se enojó cuando algunos le sugirieron que aún no estaba lista para ser presidenta, pero sí para el puesto que ocupa ahora.
Biden, por su parte, ha dado a entender que será un presidente de un solo término a voluntad y que usará sus años de experiencia para unir a un país ahora dividido.
En ese sentido, la elección de Kamala Harris como vicepresidenta puede leerse como una forma de entregarle la posta en cuatro años. Es posible que su estadía en la Casa Blanca sea más duradera.
En Corto
- En Twitter. Mientras tanto, Donald Trump sigue sin aceptar la derrota en las urnas. Twitter anunció que Trump perderá su estatus como “líder mundial” en la red social a partir del 20 de enero. Los líderes mundiales tienen ciertos privilegios cuando rompen las reglas de la plataforma, pues lo que dicen es de interés público, explicó un directivo de la red social. Sin embargo, esto acabaría para Trump.