Artistas de la talla de Drake, Billie Eilish o Rosalía harán gira en Latinoamérica gracias a los festivales Lollapalooza, que tiene paradas en Argentina, Brasil y Chile, y Estéreo Picnic en Colombia. Este circuito de conciertos lleva años consolidado en el continente y, por más que el Vivo x el rock se alza como el festival más importante a nivel nacional, todavía está lejos de reunir a los cientos de miles de asistentes que sí conglomeran los anteriores.
“No tengo una bola de cristal, pero diría que el 2022, de no ser por la pandemia, hubiéramos tenido un festival tremendo con un line up potente que sería la coletilla de esa ruta que realizan los grandes artistas por Latinoamérica”, sostiene Camilo Vega, Managing Director Latinoamérica Centro de Altafonte Music Network.
A partir de la pandemia, los productores locales y bookers se vieron en problemas financieros al comprar shows que más adelante serían cancelados. En el 2018 y 2019 habían fechas cerradas para el 2021, 2022 e incluso negociaciones para el 2013, pero los eventos que no se pudieron reprogramar significaron una pérdida de dinero y un fuerte golpe a la industria.
Industria nacional
Para Vega, los grandes productores e inversionistas todavía están equilibrando sus finanzas, por lo que todavía no es posible traer todo el line up de Lollapalooza. “Yo soy optimista y creo que se va a consolidar pronto ese sueño, Vivo x el rock tiene toda la posibilidad de lograrlo”.
Para Santiago Silva, director de la plataforma Conciertos Perú, la pregunta a responder no es cuándo veremos un Lollapalooza en Perú, sino qué necesitamos para que un festival local se consolide en la escena internacional. Teniendo en cuenta que Vivo x el rock tiene el know how y el país cuenta con infraestructura que puede gestionarse para albergar un festival de gran envergadura, una de las tareas pendientes es acostumbrar a los managers de grandes artistas a calendarizar Lima en su mapeo latinoamericano. “Los bookers e inversionistas están respaldados por los grandes artistas que están viniendo y agotan sus entradas. Eso nos posiciona como una plaza muy atractiva”, añade Vega.
Otro punto importante es el desarrollo de la industria musical nacional. Que cada vez sean más las bandas locales que atraigan a un público propio. Estas le dan solidez al festival y también disminuyen los costos que conlleva tener un cartel internacional.
Otras claves
Aunque la inversión y la logística suelan encabezar la lista de temas a tomar en cuenta para el desarrollo de un festival musical de gran envergadura, hay muchísimos otros factores que juegan un rol determinante en este proceso.
Para Santiago Silva, director de la plataforma Conciertos Perú, es imposible hablar de un festival de esta naturaleza sin contemplar que requiere del transporte de más de 30,000 personas (o 60,000 si se cuentan los trayectos de ida y vuelta) por tres días. “En Santiago o Buenos Aires la gente va en metro y la ciudad no colapsa, aquí no sé si pasaría lo mismo en, por ejemplo, la Javier Prado para llegar a la Arena Perú”.
Además, resalta que los auspicios son clave en el desarrollo de estos mega eventos. Por ejemplo, Rock in Rio, uno de los grandes festivales de Latinoamérica, se sustenta enteramente de sus auspicios e incluso cada uno de sus escenarios tiene un sponsor. “Todavía no vemos eso en Perú. Creo que las marcas no están aprovechando el segundo boom de conciertos que estamos viviendo”, añade.