El nuevo runner: un atleta que se aleja de las pistas y desafía la naturaleza

La primera que se creó fue Andes Race, en Cusco, con una distancia de ultramaratón, (actualmente alcanza los 100 kilómetros). Luego, para corredores de pista que aún no se atrevían a desafiar la altura, se probó Lachay Trail en la Reserva Nacional de Lachay. Las distancias también son más amigables, 10K y 22K.

Preparación

Pero cruzar desiertos, bosques o abruptas bajadas requiere de una preparación importante. Be Aventura aconseja, por ejemplo, correr de 3 a 5 veces por semana entre 20 y 50 minutos. La distancia por la que deben iniciar los principiantes es de 5 a 8 kilómetros.

El Malecón, el Pentagonito, la Costa Verde, La Molina y las zonas bajas en Pachacámac son lugares donde se puede practicar sin salir de Lima, ya que son fondos largos y lentos. “Si toca hacer un fondo de 30 km, prefiero hacerlo en el valle de Pachacámac. No corro todos los días, intercalo con bicicleta de montaña”, cuenta Andrés Olivera, entrenador de trail running y organizador del Ultra Trail Cordillera Blanca.

Asimismo, “la elíptica o la zero runner son máquinas que yo suelo usar para tener más horas de entrenamiento de bajo impacto”, añade .

También puede desarrollar fuerza en los ascensos, probando escaleras en la zona de Surco (Casuarinas o Valle Hermoso) y en el Malecón (Miraflores, San Isidro, Magdalena y San Miguel), así como los cerros en La Molina, Surco (Los Álamos), Chorrillos (Morro Solar) y San Juan de Lurigancho, donde se puede entrenar con desnivel y en terrenos técnicos.

Accesorios

En cuanto al calzado, el entrenador Juan Carlos Granado explica que las zapatillas deben tener mucho refuerzo y una suela de mucho agarre en comparación con las que podemos usar para competir en un 10K, una media o un maratón convencional. “Mucho grip que nos dé asistencia en las subidas y seguridad en las bajadas”, añade.

Si se practica de noche, Andes Race sugiere llevar una linterna frontal de al menos 200 lúmenes y buenas baterías.