(Foto: Difusión)
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Hay hobbies que requieren más allá de tiempo y pasión. Uno de ellos es la restauración de vehículos clásicos. El Club del Automóvil Antiguo reúne 200 asociados que disfrutan de esta afición y albergan casi 500 carros históricos.

Primeros pasos

Hernán Torres es uno de ellos. Restaura autos desde los 18 años y hasta el momento conserva cinco Ford de los años 1928, 1934,1941,1955 y 1957.

“Estudié mecánica en el centro técnico de Henry Ford”, cuenta el también tesorero del club.

En el garaje de su casa atesora una camioneta Ford 1941 de madera para ocho pasajeros. “Cuando lo compré, la madera estaba muy deteriorada. Estuvo más de un año en carpintería”, agrega.

Como sus compañeros del club señalan, “es un mueble y casi un trabajo de ebanista”. En los carros de esa época “incluso el techo tenía como una malla de gallinero que funcionaba de antena para las primeras radios gigantescas”.

Por su parte, Horacio García Bustamante, presidente del club, prefiere una colección multimarca: “Mi afición es por los carros americanos. Empecé reparando un Studebaker de 1941. Sus autos siempre se adelantaban en diseño a su época”.

En cambio, Daniel Morey, secretario del club, inició en el hobby de los autos luego de no poder armar una moto Harley Davidson que compró en remate. “Cuando fui a venderla, encontré un Triumph Spitfire 1969, convertible”, cuenta. Sin embargo, la familia no entraba en el biplaza.

Entonces se le presentó un Chevrolet Bel Air, con el cual se sumergió en este mundo.

De su lado, Ignacio Rouillon, vicepresidente del club, se unió de lleno a este hobby por recomendación médica tras haber sufrido un cuadro de estrés. Hace 20 años, su tío y vicepresidente del club le dio un Chevrolet Chevelle 1966.

“Regresarlo a su estado original me costaba muchísimo”, cuenta desilusionado.

Así, por sus manos han pasado un Alfa Romeo Sprint Veloce 1981 o un Dodge Polara convertible 1964. “La colección ha ido creciendo”, comenta el dueño de autos americanos del 1930, 1935, 1940, 1950,1960 y 1970.

Largo y complejo camino

Además del dinero, el tiempo que tarda restaurar un auto “depende de que no haya sido deformado y las piezas originales que tenga”, replica Torres. En el mejor de los casos, un año o dos. “Pero tengo un Ford 1929 que me demoró 15 años”, advierte.

Las marcas populares son más fáciles de recuperar. “Por eso me dedico a Ford, hay catálogos desde 1903. Según el modelo, puedes traer hasta el tapiz”, comenta Torres.

Además, Morey de 35 años indica que el reto es conseguir la mano de obra calificada.

“Hay que buscar debajo de la alfombra quien trabaje artesanalmente piezas, pues la importación es supercara y complicada”, explica.

Todo está en los detalles

Según el club, en Lima solo hay tres o cuatro talleres especializados.

¿Cuánto se invierte? “Estos autos son como un barril sin fondo”, confiesa. Todo depende del detalle.

Además, en el Perú se considera un auto de colección a aquel que tenga 30 años de antigüedad y con menos de tres modificaciones en el sistema de frenos, motor o chasis”, comenta Morey. Y este club es el único que puede emitir certificados para circular.

En Corto

Recorrido. La ACAA tiene sedes también en Arequipa, Cusco, Trujillo y Chiclayo. El club realiza paseos donde ponen a prueba los autos llevándolos, por ejemplo, al Rally Andino. En el 2018, los aficionados llegaron a Cuenca (Ecuador); este año, a Ica; el próximo será Cusco.

El dato

Los asociados del club exhibieron sus autos de colección en el evento automotor Autopolis, realizado por OLX Perú.

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