La venta de entradas para el Mundial de Catar (21 de noviembre-18 de diciembre) comenzó ayer. De acuerdo con la FIFA, esta vez los precios son inferiores a los establecidos en ediciones precedentes.
Mediante un sistema de sorteo, se les permite a los candidatos comprar boletos a un precio inicial de US$ 69, lo que supone un tercio menos que los precios vigentes de Rusia 2018.
Las personas que se inscriban podrán reservar para un partido concreto, seguir a una selección en particular o elegir por estadios. Los ganadores se darán a conocer el 8 de febrero.
Precios para la final
A pesar del descenso del costo de los boletos de la fase de grupos –salvo el partido inaugural– y los octavos de final, acudir a la final de la Copa del Mundo saldrá un 46% más caro en Catar que en Rusia.
Los tickets más caros para la final en el estadio Lusail cuestan US$ 1,607, un aumento del 46% con respecto a los US$ 1,100 por una entrada para la final de 2018.
Las entradas de la segunda categoría costarán US$ 1,003, un aumento de 710 con respecto a la final de hace cuatro años. Y los boletos de la tercera categoría –los más económicos– costarán US$ 604), excediendo el costo de US$ 455 de Rusia 2018.
Según un reporte financiero de la FIFA, se busca obtener US$ 500 millones por ventas de boletos y paquetes que incluyen hospedaje y otros servicios.
Viajes y hospedaje
A diferencia de ediciones previas de la Copa del Mundo, habrá poca necesidad de viajar dentro de Catar para ir de un estadio a otro. Todas las subsedes se encuentran en un radio de unos 50 kilómetros.
En cambio, habría poca disponibilidad de hoteles. Los organizadores locales han reservado la mayoría del hospedaje en Catar, así que por ahora no hay posibilidades de hacer reservaciones por Internet para los días en que se realizará el torneo.
Ante esta situación, pronto se abrirá la disponibilidad de habitaciones en otros hoteles, apartamentos e incluso barcos crucero mediante un sitio web.
EL DATO
- Inversión. Según la FIFA, Catar invertirá US$ 1,696 millones entre premios, televisión, propaganda, transporte, logística, entre otros ítems. Eso no incluye los casi US$ 6 mil millones que se gastaron en la construcción de siete de los ocho estadios del torneo.