Es uno de los compositores peruanos que recibe más regalías por año y ostenta ese privilegio desde hace más de una década. Estanis Mogollón ha sabido mantenerse vigente y lo ha hecho sin que el éxito lo embriague: rechaza el apelativo de ‘rey midas de la cumbia’, aunque casi todo lo que componga se convierta en hit; y, si bien sus responsabilidades se han ampliado, sigue recaudando tras los escenarios.
Desde el 2006 empezó a ser uno de los compositores más rentables, ¿cuál es el secreto?
Creo que las obras que hago tienen mérito porque tienen originalidad y simplicidad. Suelo coger temas comunes, a veces son historias mías o ajenas, como base. Diría que en eso radica el éxito: temas que gusten a la gente, que sean simples, fáciles de digerir, con un lenguaje un tanto popular.
¿Cuánto tarda en tener una composición lista?
Depende. Cuando estoy inspirado puedo hacer varias en una hora; si no puedo pasar un año sin hacer nada. Me ha pasado que intento hacer algo forzado, pero ni bien lo escucho con tranquilidad lo boto. Aunque las composiciones son algo bien complejo, con las canciones nunca se sabe, a veces uno mismo no cree en sus hijos y el que menos se espera es el que sale.
¿Con qué temas le ha pasado?
Te cuento que “El embrujo” no me agradaba. Lo cierto es que uno como compositor ve desde una óptica sus canciones; alguien de afuera desde otra. En Kaliente les gustó y pegó. Con “Motor y motivo” recorrí todas las orquestas del norte y nadie lo quería, un día llegué adonde Elmer Yaipén, dueño de Grupo 5, y me dijo “Estanis, este tema está bonito”, fue muy rápido, me dio un adelanto y recuerdo que me fui rápido porque pensé “ahora se desanima y me pide (de vuelta) la plata” (ríe).
¿En qué momento se da el punto de quiebre como compositor?
Yo ya hacía canciones. Pero, en realidad, me inicié como cantante, la cosa iba mal, me metí de albañil, hasta vigilante. Fue entonces que compuse “Lloro”, y cuando se lo di a Tony Rosado comenzó a pegar, claro que yo no lo sabía porque insistía en ser cantante, ya tenía 30 años, una esposa y dos hijos, entonces vine a Lima a probar suerte, traje los casetes con unos temas que había hecho a ver si pegaba.
¿Y lo consiguió?
No. Recuerdo que me quedé con tres soles, entonces me hospedé donde una señora norteña que le preparaba comida a Agua Marina, y como ayudándola a llevar ollas intenté conseguir algo, ahí fue que me dijeron que un tema mío estaba sonando fuerte en el norte. Era “Lloro”. Así escucharon mi casete, de ocho canciones, les gustaron seis.
¿Luego escuchó sus canciones en las radios locales?
Sí. Cuando las escuché, me dije “ah no, yo no era cantante, era compositor” (ríe). De ahí vino una seguidilla de éxitos con varias orquestas.
¿A veces se puede predecir un eventual éxito?
Nunca se sabe. Ahora, a veces los temas nacen de manera cómica o risible y las personas me dicen “oye, has estado bien inspirado”. “Te vas, te vas” nació porque una vez llegué tarde a mi casa y mi esposa cansada de que a veces me fuera con mis amigos me dejó una carta: “Estanis, te amo mucho, pero me cansé. Hoy te dejo. PD: la bebé toma 3 de agua y 3 de leche”.
Ahora que tiene su propia orquesta, ¿cómo decide qué canciones se quedan con usted?
Sí, hace 10 años, tengo mi orquesta Stany Band, trabajamos en el norte. Pero eso lo tengo claro. Cuando me nace un tema no es que diga “este está bonito, lo dejo para mi orquesta”, ahí sí priorizo mi faceta de compositor; cuando hago algo, ya tengo ese olfato o visión para decidir a qué orquesta va.
¿Aún es difícil entrar a la radio?
Con mi orquesta recién estamos ingresando a una radio de Lima, y mira que, a pesar de mi trayectoria, también ha sido una lucha. Creo que antes las radios imponían canciones, las hacían moda, ahora esperan a que suenen más en provincias, van a la segura, no arriesgan.
El dato
El autor piurano es el primer compositor tropical en haber asumido la Presidencia de Apdayc.