Recuperarse de una coyuntura como la que plantea el COVID-19 es un terreno conocido para los ejecutivos peruanos mayores de 50 años, afirma Ricardo Fernández, socio en Amrop Perú. En estas circunstancias la experiencia es muy valiosa. Sin embargo, primero es necesario deshacerse de la idea de “caducidad” atribuida a los profesionales con más años, agrega el experto.
“El deber de un CEO o de un presidente de directorio es definir buenas estrategias y tomar decisiones correctas, la edad es irrelevante”, sostiene Carla Olivieri, rectora y CEO de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL).
Ernesto Rubio, gerente general de Ronald, Career Services Group, explica que antes del COVID-19 ya existía una preferencia por la contratación de millennials, que tienen entre 30 o 35 años, para perfiles gerenciales.
Pero Olivieri menciona que esto solo se trataría de una “moda”, pues se pensó por mucho tiempo que las ideas frescas y la innovación eran un terreno que le pertenecía a los jóvenes. “No es un campo que le pertenece solo ellos, sino a todo aquel que cuestiona y profundiza para entender un problema”.
¿Seres tecnológicos?
“Las herramientas digitales cuentan con características versátiles y amigables para un dominio casi general de los centennials, millennials y boomers”, señala Ernesto Rubio. Asimismo, Olivieri afirma que es un mito que los séniors tengan problemas con la tecnología, así como lo es pensar que un “nativo digital” se adapta mejor a estos cambios. “Se requiere más actitud que aptitud”.
La experta asegura que son los adultos mayores los que mostraron una actitud más positiva frente a la coyuntura. Ellos fueron los primeros en adaptarse a la disrupción y en aprender lo necesario. Por el contrario, los jóvenes son muy resistentes y apegados a las formas en las que viven. Ellos reclaman más la vida preCOVID-19.
El valor de la experiencia
La pandemia presenta un panorama incierto y cambiante. Pero los séniores vivieron crisis incluso más complejas a nivel financiero y con menos tecnología para afrontarlas.
En este contexto será indispensable revisar el portafolio del personal de las empresas, expresa Olivieri. Estas deben asegurarse de que cuentan con “experiencia”, además de grados y títulos. Asimismo, la relevancia de los séniores recae en que serán ellos los mentores de las generaciones futuras. “Las compañías deben tener en sus equipos un mix de edades”.
Los baby boomer dejarán la posta. Algunas empresas cuentan con un “plan de sucesión”, pero no la mayoría, comenta Rubio. Esta consiste en que los séniores trasladen su conocimiento metódico y sistemático.
Nuevas oportunidades
Aquellos boomers que durante la pandemia se quedaron fuera de las planillas deberán reinventarse de manera inteligente. Ernesto Rubio detalla que estos perfiles pueden aportar valor a las empresas externamente, basados en su gestión de más de 40 años.
Ricardo Fernández explica que los llamados “interim managers” o ejecutivos de alto nivel, serán contratados por las compañías por tiempo determinado. También serán reclutados como mentores o coachs.
- La creatividad no se define por la edad -
Ventajas. Trabajar en las soluciones no depende de la edad. sino de conocimiento, actitud y habilidades. Además de ello, se suma la experiencia, vivencias pasadas para enriquecer el proceso de análisis y la solución. Los no millennials que dominen el proceso creativo tienen una “gran”ventaja, sostiene Carla Olivieri, rectora y CEO de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL).