El reciclaje no podrá detener el descontrol de una crisis mundial de desechos plásticos, dijeron expertos el viernes, y llamaron a las empresas a disminuir la producción de plástico y cambiarse a productos de envases reutilizables y recargables.
Alejarse de los plásticos de un solo uso y adoptar sistemas que permitan su reutilización se encuentran entre las soluciones que los expertos creen que podrían aliviar el problema, pero también se necesitan cambios radicales en el sistema de producción.
“No podremos salir de esto simplemente mediante el reciclaje o la reducción”, afirmó Rob Kaplan, director ejecutivo de Circulate Capital, que invierte en iniciativas de mercados emergentes para resolver la crisis de los desechos plásticos.
“Es un problema de sistemas y se necesita combinar soluciones ‘upstream’(producción) y ‘downstream’(distribución)”, señaló.
El mundo produce alrededor de 300 millones de toneladas de desechos plásticos cada año, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Pero menos del 10% de todo el plástico se ha reciclado al menos una vez, en gran parte porque es demasiado costoso de recolectar y clasificar los envases. El resto acaba tirado o enterrado en vertederos o quemado.
A medida que los planes de reciclaje fracasan, las grandes empresas de bienes de consumo, incluida Unilever, Coca Cola y Nestlé, han comenzado a invertir en proyectos para usar la quema residuos plásticos como combustible en hornos de cemento, reveló Reuters en octubre.
Mientras tanto, se proyecta que la producción de plástico se duplicará para el 2040, algo que muchos críticos de la industria creen que es excesivo y que constituye el principal factor del enorme problema de desechos que enfrenta el planeta.
“El reciclaje no puede competir con la sobreproducción”, comentó Von Hernandez de la campaña Break Free from Plastic, una alianza global que pide el fin de la contaminación plástica.
“Entonces, lo que necesitamos son límites en la producción de plástico virgen”, agregó, en comentarios junto a Kaplan en el panel.
Si bien no existe un regulador o tratado global para la industria del plástico, los participantes del panel dijeron que los consumidores individuales pueden ayudar a impulsar los cambios necesarios en el comportamiento corporativo y responsabilizar a las empresas a lo largo del ciclo de vida de sus productos plásticos y dónde terminan.
“Los ciudadanos y los consumidores pueden obligar a estas empresas a revelar su huella global de plástico y carbono, reducir la cantidad de plástico que están produciendo y desplegando en el mercado, y reinventar del todo sus sistemas de entrega”, dijo Hernández.