Martin Catalogne no quería ser “un típico maquillador que publica fotos editoriales en su página web”. Por lo contrario, deseaba que sus clientes se “enamoraran de cómo maquillaba en vivo”.
Entonces decidió abrir un canal en YouTube. “En video no hay cómo engañar mucho al cliente”, señala divertido. Ahora, el maquillador cuenta con 735,000 suscriptores en la plataforma y ha trabajado con casi todas las marcas del mercado.
Los inicios y la profesionalización
Pero ¿cómo empezó todo? Catalogne pasó 24 años entre aviones y hoteles. Decidió dejar de hacerlo a los 40 años y, por consejo de su psicólogo, se atrevió a hacer lo que disfrutaba: maquillar. Sus primeras clientes fueron las aeromozas.
Y son sus excompañeros de la aerolínea quienes le recibían su lista de compras. “Después de saber que un labial en el extranjero cuesta US$ 15 y en Perú US$ 40, me dolía el bolsillo comprarlo acá”, cuenta.
Ahora, Catalogne recibe constantemente productos, pues parte de su contenido incluye reseñas de ellos.
“Más que las marcas, me los mandan las tiendas”, comenta; pues “me tienen un poco de miedo, saben que soy un poco incorruptible”.
Luego de comentar su opinión sobre bases, correctores y paletas, varias marcas optan por no volver a contactarlo, como L’oreal o NYX.
“No me resiento, pero ellos deben entender mi trabajo. A mí no me interesa el dinero a través de auspicios, sino de redes sociales”.
El reparo de algunas marcas
“Natura también me tenía miedo”, confiesa entre risas tras finalizar una masterclass para la firma por el lanzamiento de su línea UNA.
El contrato entre el maquillador y la firma se cerró luego de que este posteara una serie de videos sobre maquillaje de catálogo. “No se me había ocurrido antes. Fue un error mío porque mi público lo venía pidiendo desde hace un tiempo”.
Así, según el portal Social Blade, las ganancias mensuales estimadas de Catalogne son entre US$ 300 y US$ 4,900 por su contenido en YouTube.
En lugar de comprometerse a hablar bien de una marca, él se reenfocó hacia cursos de capacitación para empresas. “Enseño a consultoras a utilizar los productos”.
Una línea propia
Asimismo, tras haberlo planeado un año, Catalogne lanzará una línea de brochas para maquilladores profesionales a fines del 2019.
Sus brochas estarán diseñadas para los ojos encapotados y pequeños, un nicho no satisfecho.
“Conseguí un proveedor en China porque, aunque nadie quiere aceptarlo, todo viene de allá”, sostiene.
“Utilizaré pelo natural, pero la fábrica tiene los certificados de trabajar libre de crueldad animal. Me preocupo por eso”, comenta.
Además, la marca peruana Holy Blum le ha planteado la posibilidad de trabajar en una colección conjunta. “Hay mercado para todo”, sentencia a sus 48 años.
“Nada de lo que publico en redes sociales es pagado. No me parece justo tener que poner #Publicidad (como ordena Indecopi)”.
En Corto
Mercado. Catalogne inició en YouTube con tutoriales para pieles maduras. “Fue el jale, pero también me ha frenado porque la gente quiere ver personas perfectas”, señala el maquillador que tiene más clientela en México, Argentina y Uruguay.