Las propuestas de son cada vez más recurrentes en el Perú. Para Diego Olcese, CEO de la startup Crehana, la elección de tener una experiencia educativa online es necesaria para todas las personas.

“Perú siempre ha tenido un índice de desconfianza alto en cuanto a los servicios en línea, debido a temas de fraude, miedo u opciones que no son las que los usuarios necesitan. Esta es una barrera cultural que impide el desarrollo de este sector”, señala Olcese.

Ante esta situación, el ejecutivo recomienda 3 pasos para poder elegir y aprovechar los cursos en línea.

1) Buscar referencias

La primera recomendación para elegir un curso online es buscar referencias en . Según el director de Crehana, si una plataforma muestra abiertamente las críticas que los usuarios tienen sobre los cursos que ofrecen es buena señal, puesto que revela transparencia.

2) Definir tus intereses

Saber qué tipo de curso está buscando y cuál es el resultado que espera es fundamental para elegir en la web. “Mucha gente necesita de un curso práctico y corto que lo ayude a aprender una habilidad específica y hay otros que quieren un especialización un poco más extensa. Es importante tener en cuenta el objetivo que se quiera al final”, agrega Diego Olcese.

3) Desarrollar un proyecto

“Muchas de los usuarios inscritos en nuestros cursos desarrollan un proyecto práctico a la par que complementa las lecciones digitales”, indica el joven emprendedor. Según él, este hecho hace que se pueda conseguir mejores oportunidades de trabajo, puesto que puede sumar en el CV del estudiante.

Una necesidad

El especialista señala que muchos profesionales buscan ofertas en la web para poder desarrollar habilidades que el mercado requiere. “Los cursos para desarrollar las habilidades creativas como el diseño gráfico, animación o ilustración están dentro de los más buscados en plataformas como la nuestra”, agrega el director de la startup.

“La forma positiva de ver el mundo digital es lo que puede llevar a una persona a desarrollarse”, indica Olcese. El CEO asegura que “somos siempre los terceros o cuartos en adaptar algo que ya sucedió en otros mercados. Sin embargo, no podemos excluirnos de un proceso que ya está pasando en todo el mundo”. No obstante, recalca que la educación digital debe funcionar como complemento de la propuesta tradicional.